En el Centro de Emergencias Quilmes Bombero Sánchez, se conformó la primera mesa interdisciplinaria de la provincia de Buenos Aires, integrada por Martín Culatto del Ministerio de Seguridad de Nación, Guillermo Soares Gache subsecretario de Articulación Judicial de la Nación, Denis Szafowal secretario de Seguridad y Ordenamiento Urbano municipal, Esteban Moreno delegado en Quilmes de la Dirección Nacional de Migraciones, el comisario mayor Carlos Dominguez de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Ignacio Chiodo secretario de la Agencia de Fiscalización y Control del municipio, junto a personal de Tránsito, Patrulla Urbana, Legales y Prensa de la secretaría de Seguridad de Quilmes. El objetivo de la mesa fue informar y plantear estrategias de acción en conjunto, frente a una nueva modalidad delictiva utilizada en algunos países latinoamericanos, denominada “gota a gota”, que ya tuvo algunas acciones en Argentina.
La modalidad delictiva consiste en el préstamo de dinero en efectivo sin avales ni garantías formales, para ser devuelto en cuotas “mínimas” pero a una tasa de interés usuraria. El sistema de créditos “gota a gota” o por “goteo” constituye un fenómeno delictivo relacionado con el lavado de activos y la delincuencia organizada con graves implicancias en la seguridad ciudadana. Existen indicios que los fondos prestados en estos esquemas, provienen de organizaciones delictivas relacionadas con la trata de personas y con el narcotráfico.
“Es sumamente importante tener una visión integral y poder anticiparnos a las problemáticas que pueden incidir negativamente en nuestro distrito. La vulnerabilidad económica de algunos sectores, propician la aparición de estas nuevas formas de delito y, es obligación de todos los organismos que forman el Estado, estar atentos para pensar y ejecutar acciones que tiendan a cuidar a los ciudadanos frente a estos hechos”, dijo el secretario de Seguridad municipal Denis Szafowal.
Según los expertos que conformaron la mesa interdisciplinaria en Quilmes, los Estados latinoamericanos no tienen mecanismos adecuados para proteger a sus ciudadanos en zonas empobrecidas y alejadas donde estos grupos extorsionadores terminan instalándose y especulando con la necesidad de la población. Las fallas en el funcionamiento del sistema judicial generan informalidad e ilegalidad, a lo que se suma el bajo nivel de bancarización en ciertos sectores sociales que imposibilitan el acceso al crédito expulsándolos necesariamente a moverse dentro de la economía informal.
Hasta ahora, la totalidad de los casos registrados en Argentina se caracterizan por el ofrecimiento de pequeñas sumas de dinero por medio de vendedores ambulantes de muebles. El préstamo se cancela por cuotas cobradas de forma periódica y cortoplacista: diaria, semanal o mensualmente. Cuando la persona se ve imposibilitada de devolver el préstamo, puede sufrir hostigamiento, amenazas, e incluso actos de violencia física hacia él o hacia las personas de su entorno. Al ser sumas de dinero pequeñas, las operaciones quedan por fuera de los radares del Estado, lo que favorece a estas organizaciones delictivas “lavar” fondos provenientes de otras actividades.
Antecedentes en países de la región marcan que estas prácticas involucran delitos que exceden a la propia usura ya que tienen como fin último apoderarse de los bienes de sus “clientes” y de los territorios donde operan, convirtiéndose en dueños de todos los negocios ilegales y, a posteriori, también de los legales.
Sobre el final de la jornada los organizadores destacaron que si bien en Argentina la modalidad del “gota a gota” aún se encuentra en una etapa embrionaria, es de suma utilidad que los responsables políticos de los distintos estratos del Estado comiencen a proyectar acciones y destinar recursos, para que los grupos que trabajan con esta modalidad delictiva sean detectados y neutralizados con antelación.