Patada mortal: Amnistía Internacional condena el episodio y exige medidas para investigarlo

Jorge Martín Gómez falleció el lunes 19 de agosto tras recibir una patada de un agente de la fuerza de seguridad de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Amnistía Internacional condena el episodio y llama a las autoridades a adoptar las medidas necesarias para investigar los hechos y en base a ello determinar las responsabilidades en el caso.  

De acuerdo al derecho internacional, el Estado debe garantizar: que el uso de la fuerza sólo será utilizado como último recurso y de manera excepcional; que se garanticen las normas de proporcionalidad y necesidad en relación con la amenaza; que se respeten las garantías constitucionales y de derechos humanos para la protección de la vida de las personas. 

Asimismo, el Estado debe asegurar que ante un supuesto uso arbitrario de la fuerza por parte de la Policía, se investigue en forma rigurosa y se castigue como delito.   

La invocación del uso de armas de electrochoque tipo Taser en contextos como el ocurrido, refuerzan la necesidad de capacitar tanto a funcionarios como a fuerzas de seguridad para que estén en condiciones de evaluar situaciones que justifiquen una intervención, como así también valorar las amenazas existentes y en función de ello, dirimir las respuestas para garantizar que el uso de la fuerza sea siempre el último recurso y se implemente en proporción directa a dicha amenaza.  

Amnistía Internacional ha advertido que este tipo de armas eléctricas solo deberían utilizarse en situaciones extremas y limitadas -cuando exista un peligro inminente de muerte o de lesiones graves- como sustituto de las armas letales y únicamente por personal de las fuerzas de seguridad capacitado.   

Amnistía Internacional dará seguimiento a las medidas adoptadas para garantizar una investigación imparcial e independiente.

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Recitales en Vélez: La Policía de la Ciudad desarticuló una banda de estafadores en recital de Shakira 

La Policía de la Ciudad desarticuló una banda de “trapitos de lujo” que involucra a barras de Vélez, un gremialista y un agente penitenciario detenidos por el delito de asociación ilícita y estafa.

Así se puso fin a una banda de “trapitos de lujo” integrada por un agente penitenciario ligado a la barra brava de Vélez y un delegado gremial que cobraba por estacionar ilegalmente dentro de un hipermercado durante recitales en el estadio de Vélez Sarsfield.

Ocho hombres y una mujer fueron detenidos por personal de la División Contravenciones y Faltas de la Policía de la Ciudad en el marco del operativo de seguridad montado para el recital de Shakira, y encausados por asociación ilícita y estafas.

La organización cobraba ilegalmente entre 30 mil y 40 mil pesos por el estacionamiento en el hipermercado Carrefour, ubicado a unos cien metros del estadio, por fuera del circuito legal.

Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Seguridad, se decidió aplicar una sanción de dos años de derecho de admisión a los estadios.

De acuerdo a los investigadores, esas maniobras se habrían estado desarrollando en los últimos recitales realizados en el estadio de Liniers. Fue durante el operativo de seguridad por el recital de Shakira que los detectives lograron dar con el modus operandi y la integración de la banda.

Tras ser demorado y llevado hasta el gazebo de la Superintendencia de Investigaciones instalada en las afueras del estadio, un “trapito” empezó a quejarse, a decir que era de la barra de Vélez y a negar que cobrara por cuidar coches, sino que solo se dedicaba a mandar a los conductores que querían estacionar hasta el Carrefour cercano al estadio.

Para dar fe de lo que decía, mostró un papel pequeño con la palabra “sindicato”, ni más ni menos que la contraseña para entrar al estacionamiento del hipermercado.

Carrefour de Liniers, según sabían los policías, brinda en alquilar una cantidad de cocheras -serían unas 300- para cuando hay recitales en Vélez a la empresa Seeker Parking, que a su vez vende las plazas a través de su página web y a contrapago otorga al cliente un QR con el cual accede al estacionamiento.

Los detectives fueron hasta el hipermercado y vieron cómo se desarrollaba el procedimiento con quienes llevaban la contraseña con el papelito “sindicato”. Los investigadores esclarecieron cómo era la trazabilidad y la tarea de cada uno de los nueve componentes de la maniobra.

Cuando llegaba el auto y el conductor le mostraba el papelito, dos empleados de la empresa de parking -que estaban allí para verificar el QR-, lo dirigían hacia el estacionamiento del subsuelo. Una vez abajo lo recibían otros dos empleados infieles, uno el encargado de Seeker Parking y el otro el encargado de seguridad de ese sector del hipermercado, y le indicaban al “cliente” a qué lugar del estacionamiento dirigirse.

Allí los recibía un agente del Servicio Penitenciario Federal y miembro de “La Pandilla”, la barra brava de Vélez, que cobraba los 30 mil o 40 mil pesos. También había otros dos empleados de Carrefour, fuera de su horario de trabajo, ayudando a acomodar los coches, cumpliendo órdenes del cobrador.

Tras la consulta a la Unidad de Flagrancia Oeste, a cargo del Dr. Corral Galvano, ordenó las detenciones y el secuestro de cada uno de los celulares que tenían, unos cien mil pesos que tenía el cobrador y la credencial del agente penitenciario.

Entre las protestas de algunos de los detenidos, uno de ellos admitió que “el que maneja todo es José”. Como ya los teléfonos estaban en poder de la policía, los detectives se dedicaron a esperar al tal José, supuestamente el delegado gremial del sindicato de Comercio.

Ante la falta de respuestas de sus supuestos cómplices que ya no tenían los teléfonos, José fue al lugar donde lo aguardaban los oficiales, donde también quedó detenido. Los nueve imputados fueron notificados de conformación de causa, en tanto avanza la investigación sobre una posible mayor integración de la organización delictiva.


La Policía de la Ciudad tiene su primera ambulancia exclusiva para su personal

La Policía de la Ciudad cuenta desde hoy con una ambulancia exclusiva destinada a atender a los oficiales en los operativos en los que intervienen, la cual fue entregada por la Obra Social de Personal de Seguridad de la Ciudad.

La cesión de la ambulancia, totalmente equipada para urgencias, se desarrolló en un acto encabezado por el ministro de Seguridad porteño, Horacio Giménez, en la sede de la Dirección de Operaciones Motorizadas de la Policía de la Ciudad, en la avenida Belgrano al 3100.

A la ceremonia asistieron el jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Casaló, la subjefa Carla Mangiamelli, el secretario de Coordinación, Raúl López Presa, la presidenta de OSPESE, Georgina Ricciardi, y el gerente general de la obra social, Maximiliano Gallucci.

El ministro de Seguridad de la Ciudad, Horacio Giménez, sostuvo que “hoy es un día muy importante para el personal policial porque estamos cumpliendo con todas las promesas que hizo el Ministerio de seguir apoyando el trabajo diario”.

“Nuestra obra social OSPESE nos ha dado una ambulancia para acompañar al personal en los distintos operativos de riesgo y salvaguardar la vida en caso de que sea necesario”, completó.

Por su parte, Georgina Ricciardi, presidenta de OSPESE, remarcó que “hoy estamos entregando un vehículo ambulancia para cubrir los operativos de la policía de la ciudad, materializando una vez más un objetivo que es cuidar a quienes nos protegen”.

Finalmente, Maximiliano Gallucci explicó que “la ambulancia es la primera que OSPESE entrega para uso exclusivo de la Policía de la Ciudad, totalmente equipada para estar en operativos o despliegues, a modo de prevención sanitaria, ante cualquier evento en el que se tenga que atender algún efectivo, mejorando las posibilidades y las condiciones del paciente”.

Agregó que “desde su creación hay un lema en la obra social: ‘CUIDANDO A LOS QUE NOS PROTEGEN’, y convertimos ese lema en un método de gestión para mejorar la calidad de vida de nuestros afiliados, que son los policías, los bomberos y su grupo familiar”.

Operativos anti-trapitos del gobierno porteño: casi 100 detenidos

En los dos operativos de los partidos de Boca y River el gobierno de la Ciudad detuvo un total de 91 personas demoradas que hacían el trabajo precario de “trapitos”, pedir una contribución o obligar al hincha a pagarles por estacionar el auto en las inmediaciones de los estadios Monumental y la Bombonera.

Según informó la Policía de la Ciudad, en el operativo de River – Sarmiento se demoraron un total de 49 trapitos demorados, seis micros remitidos y un prófugo por robo capturado. Así como el pasado sábado en el operativo en Boca-Newell’s se demoraron 42 trapitos, 14 hinchas con derecho de admisión y 200 actas contravencionales.

La Policía de la Ciudad demoró a 49 trapitos, remitió a playa a seis micros y capturó a un prófugo de la Justicia durante el operativo de seguridad que desplegó para el partido entre River Plate y Sarmiento, en el estadio Monumental, por una nueva fecha de la Liga Profesional de fútbol.

En los tres anillos que integran el operativo, la Policía de la Ciudad labró 466 actas contravencionales, 336 por intentar ingresar sin entradas a la zona de control.

Del operativo, además de la Policía de la Ciudad, participaron Agentes de Tránsito y estuvo coordinado por la Subsecretaría de Seguridad en Eventos Masivos y Deportivos.

Los 49 trapitos fueron detectados en el tercer anillo, el más amplio y lejano al estadio y uno de los infractores fue puesto a disposición de la Unidad de Flagrancia Norte, por reincidente y por desobediencia.

Por su parte, 44 personas que intentaron ingresar al sector de control se les impidió el acceso por estar incluidas en la base de datos del programa Tribuna Segura, por tener derecho de admisión.

El personal junto a Agentes de Tránsito realizaron controles a micros que llevaron a hinchas, con el resultado de seis unidades remitidas a playa por distintas irregularidades.

Mientras que gracias a los controles con el programa Tribuna Segura, un hombre de 56 años fue puesto a disposición de la Justicia por pesar sobre él un pedido de captura vigente del Juzgado Correccional 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del Dr Vaca por una causa de robo en grado de tentativa.

Operativo en Boca-Newell’s: 42 trapitos, 14 hinchas con derecho de admisión y 200 actas contravencionales

Un total de 42 trapitos fueron demorados como resultado del operativo de seguridad que desplegó ayer la Policía de la Ciudad para el partido entre Boca Juniors y Newell’s Old Boys, en La Bombonera, por la undécima fecha del Torneo Clausura.  

Durante el operativo realizado por la Dirección de Prevención en Eventos Masivos, articulado por el Comité de Seguridad en el Fútbol del gobierno porteño, fueron labradas 200 actas contravencionales, 173 de ellas por intentar ingresar sin entradas al perímetro del dispositivo. 

Además, a 14 hinchas se les aplicó el derecho de admisión por estar en el padrón del programa Tribuna Segura.

El resto de las actas se realizaron por suministrar o guardar bebidas alcohólicas, uso de pirotecnia e incitar al desorden y utilizar de forma indebida el espacio público, con intervención del Área de Flagrancia de la Unidad Fiscal Sur, a cargo del doctor Aníbal Brunet.

Sobre los micros inspeccionados, se labraron cuatro actas por infracción al artículo 122 del Código Contravencional de la Ciudad, por “suministrar o guardar bebidas alcohólicas”.

A su vez, personal de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad labró 4 actas de secuestro por distintos puestos de venta callejera y por suministro de bebidas alcohólicas en las inmediaciones al estadio. El operativo contó con la colaboración de Agentes de Tránsito y de Prevención.