La coalición Cambiemos pese a la derrota nacional y bonaerense logró retener varias intendencias gracias al corte de boleta. El caso llamativo fue Grindetti así como pasó como Valenzuela y Garro quienes dieron vuelta la elección. También fueron reelectos Jorge Macri y Gustavo Posse en sus distritos.
La estrategia de los intendentes macristas que después de las primarias se despegaron de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal para propiciar el corte de boleta finalmente dio sus frutos: lograron retener varias intendencias, incluso algunas que en el peronismo ya daban por ganadas.
Néstor Grindetti sacó 49 % de los sufragios al peronista Edgardo Depetri que se volvió “irreversible”. El intendente de Cambiemos superó al dirigente social por 5 puntos, ya que el delfín del ex intendente Darío Díaz Pérez obtuvo 44 %. En el municipio destacaban un corte de boleta “histórico” ya que en el distrito Alberto logró 20 puntos más que Macri.
En el partido de Tres de Febrero, el ex periodista Diego Valenzuela retuvo el municipio con 47%, unos 3 puntos arriba del 44% que sacó Juan Debandi, aliado del histórico intendente del distrito Hugo Curto.
A ellos se suma el caso del batacazo de Julio Garro en La Plata, que cosechó la polémica al apelar al slogan “Me importa la ciudad, no tu partido”, que finalmente resultó efectivo ya que logró una amplia victoria sobre la candidata que ganó la interna peronista, Florencia Saintout, que sacó 41 puntos, 8 menos que Garro.
Intendentes del pro derrotados
No tuvieron la misma suerte el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, que perdió contra su antecesor Lucas Ghi. Volvió a la intendencia con un 47 % de los votos, sobre 44 % del ex esposo de María Eugenia Vidal, que perdió su cargo por apenas tres puntos.
El cocinero y político Martiniano Molina no pudo en Quilmes contra la camporista Mayra Mendoza. Ambos fueron perjudicados por los números negativos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en el Conurbano. Mendoza sacó el 50 % de los sufragios y Molina 43 puntos, siete puntos de ventaja.
Intendentes amarillos y victoriosos
En la primera sección, Jorge Macri, el primo del presidente, se jactaba de lograr la mejor elección de un candidato de Cambiemos en toda la provincia, ya que en Vicente López llegaba al 63% contra el 27% del candidato kirchnerista, Lorenzo Beccaria.
También Gustavo Posse ganaba por amplio margen en San Isidro, en un 48% contra el 26% de su rival del peronista, Federico Gelay en un distrito díscolo para el peronismo y donde la familia Posse gobierna hace varias décadas.
En Mar del Plata, el ex juez y ministro de Seguridad porteño, rugbier y sanisidrense se acomodó bajo el ala Cambiemos y logró vencer al peronismo en el distrito de General Pueyrredón, cuya ciudad más importante es Mar del Plata. Sacó 40,43 por ciento de los votos, frente a la candidata del Frente de Todos, Fernanda Raverta, que obtuvo 37,63 por ciento.
En otra ciudad playera, Pinamar, el actual intendente, Martín Yeza, logró el 51 % frente a Claudio Estanga, candidato peronista, que sacó 31 por ciento de los sufragios. El joven pro sacó 20 puntos de diferencia. Mientras que en Villa Gesell, ganó el peronismo con Gustavo Barrera (61 por ciento) mientras que el pro logró 34 % de los votos con el candidato Héctor Baldo.
El macrismo también lograba conservar San Miguel con Jaime Méndez cuyo jefe político, Joaquín De la Torre, se convirtió después de las PASO en un ejemplo a seguir para los intendentes de Cambiemos, que fueron a tomar clases para incentivar el corte de boleta.
En Bahía Blanca, el intendente Héctor Gay ganó la elección en ese distrito del sudoeste bonaerense y derrotó al kirchnerismo que asomaba con chances. Gay alcanzó el 52% de los votos y desplaza a Federico Susbielles que quedó 10 puntos abajo.