Más de 45.000 alumnos de zonas vulnerables en la ciudad de Buenos Aires, entre ellos 4.397 de todos los niveles de la Villa 1-11-14, la Villa 21-24, la Villa 15, Villa Lugano, Villa Soldati, Cildañez, Villa Fraga y el bajo Flores asisten a escuelas parroquiales que hoy reciben asistencia para garantizar la continuidad educativa en el contexto del aislamiento social por el coronavirus.
Según la Vicaría Pastoral de Educación porteña, con el aislamiento social y la suspensión de las clases presenciales “no se podrán implementar las mismas estrategias de continuidad pedagógica en todo el país” y “los sectores más vulnerables contarán con más complicaciones para seguir adelante con el ciclo lectivo en forma virtual”.
Advirtieron que “las escuelas que asisten a las poblaciones de las villas se enfrentan a la problemática del acceso a internet y datos”.
“Cerca del 25% de los chicos de esas zonas vulnerables no tienen posibilidad de conectividad para continuar con el aprendizaje a distancia”, indicaron en un comunicado.
Ante este panorama, el presbítero Pablo Corbillón, delegado episcopal de la Vicaría Pastoral de Educación aseguró que “las escuelas parroquiales han emprendido diversas acciones que involucran la participación conjunta de padres y docentes, para enfrentar el aislamiento y la cuarentena obligatoria”.
Para garantizar la continuidad pedagógica en los sectores vulnerables, la comunidad docente funciona en una red de escuelas parroquiales e implementa “un abanico de recursos que van desde el uso de grupos de difusión por Whatsapp, la impresión de guías de trabajo, la creación de clases por Youtube y hasta mensajes de audio”.
“La misión de las escuelas parroquiales dentro de los barrios populares atraviesa una etapa de crecimiento. Hace 10 años no había ninguna y hoy asisten a 4.397 estudiantes en jardincitos, primarias, secundarias y adultos”, señaló Corbillón.