Los municipios de la Provincia de Buenos Aires y Capital Federal sufrieron más de 750 robos “piraña” luego de la reapertura de bares y restaurantes en las últimas dos semanas, es decir, 50 asaltos por día. Los cuidados debido al coronavirus y el distanciamiento social generan facilidad a la hora del hurto.
El disparador de la problemática fue el asalto a 15 clientes en una cervecería de Lanús el último fin de semana, en el cual un joven de 22 años resultó herido luego de que uno de los delincuentes lo golpeara en la cabeza con un arma. “Es llamativo que realicen tanto despliegue para la poca plata que se terminan llevando en estos robos”, expresó Diego Kravetz, jefe de Gabinete de Lanús.
“Este tipo delitos, que combina el arrebato con los motochorros, es predatorio y de oportunidad”, contó Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública, en una entrevista para Diario Popular. “Lo que se arrebata son los celulares, billeteras, carteras, morrales, mochilas y todo lo que esté a la vista colgado de la silla o arriba de la mesa. Hoy se observa que se roba puntualmente lo que se traduce en dinero o puede convertirse en dinero”, agregó.
Según Vicat, era previsible el aumento de estos casos delictivos debido al relajamiento de medidas estrictas propias de la cuarentena. El distanciamiento entre mesas para cumplir por las normas de sanidad impuestas por los municipios son una ventaja para los ladrones, ya que pueden robar y escapar más rápido.
Otro aspecto importante que marcó el abogado fue la venta de los productos robados de manera informal, a través de las redes sociales más importantes como Facebook o Instagram, donde es casi imposible saber la procedencia y calidad de los productos. “Estos asaltos se capitalizan en dinero fácil y rápido para estas bandas, quienes venden de forma rápida los productos robados en internet”, explicó.