Docentes de sala de 5 años rechazan la vuelta a clases presenciales de forma inconsulta.
La Ministra de Educación Porteña, Soledad Acuña, quiere llevar adelante una propuesta presencial para niños y niñas de sala de cinco. Docentes de dicho nivel se reunieron virtualmente para revisar el protocolo y dar cuenta de que el mismo no contempla ni las características ni las necesidades de los pequeños que se encuentran transitando su último año dentro del Nivel Inicial.
“En primer lugar queremos dejar en claro que es una falacia hablar de revinculación puesto que nos encontramos desde el inicio del ciclo lectivo, en forma presencial y a partir del 16 de marzo, virtualmente, ofreciendo oportunidades de construir vínculos y acompañamiento. Y en segundo lugar, nos urge precisar algunas cuestiones respecto a las condiciones de las propuestas. Considerando las características de los niños y de las niñas, nos encontramos ante la imposibilidad metodológica de llevar adelante actividades educativas bajo una distribución de las mesas y sillas con una distancia mínima entre sí de 2 metros en todas sus direcciones, donde se evite el contacto físico de todo tipo, y donde se evite que niños y niñas, ingresen algún juguete a la escuela. No hay un solo enfoque o modelo didáctico-pedagógico que avale este tipo de acciones”, expresa el comunicado emitido por Docentes de Nivel Inicial interdistritales.
El nivel inicial se caracteriza por una propuesta rica y variada de actividades educativas basadas en el juego y el encuentro entre pares. Por lo antedicho, señalan que la distancia no es el rasgo característico de este nivel educativo y consideran que someter a un niño o a una niña a “vincularse” con distanciamiento social es una crueldad.

¿Pedagogía de la crueldad?
“Emitimos un documento en el que expresamos que no nos permitirán a les docentes, a llevar adelante procesos de enseñanza-aprendizaje desde la pedagogía crítica que busca formar sujetos reflexivos de la realidad circundante. Por el contrario, estas medidas apuntan a la conformación de cuerpos dóciles y controlados por rigurosos lineamientos sanitarios que sólo entorpecen las posibilidades de encuentro real.
Hemos intentado sin éxito, participar de los encuentros virtuales que proponen desde la Dirección del Área del Nivel Inicial y la Dirección General, intentando que escuchen las voces, experiencias y conocimientos de quienes construimos las escuelas infantiles día a día. Sistemáticamente nos han callado silenciando los micrófonos, bloqueando comentarios e imposibilitando todo tipo de interacción.
Pero les docentes del Nivel Inicial estamos unidas y convencidas de que la única manera de trabajar con las niñas y los niños es desde la ternura y el sostén por eso, alzamos nuestra voz para garantizar los derechos de niñeces autónomas, diversas, capaces, activas y protagonistas de sus procesos de exploración, construcción del mundo y subjetividades”, finaliza el comunicado.
El reclamo que se hizo gremial
El sindicato docente Ademys convocó una medida de fuerza, que en principio sería de 48 horas, pero podría extenderse durante toda la semana. “Tenemos miedo de ir a las escuelas” afirmó el Secretario Adjunto de Ademys, Jorge Adaro.
Desde el gremio informaron que, en primera instancia, habrá un paro total para toda la docencia, de 48 horas para el lunes 26 y martes 27 de octubre, y luego se realizará una huelga de actividades presenciales pactada para el miércoles 28, jueves 29 y viernes 30.
“No hay condiciones sanitarias ni recursos para la reapertura de escuelas. Rechazamos la Resolución 370 del Consejo Federal de Educación y el protocolo del Ministerio de Educación porteño”, señalaron en un comunicado.
Además, Jorge Adaro advirtió que “hay un rechazo muy importante de los docentes al regreso presencial”. Y agregó: “Pretender burbujas de niños de 5 años sin que se toquen es que se trata de una maniobra de marketing”.
“Lo de jardín es una muestra más de avanzar con otros propósitos que poco tienen que ver con el interés ni el respeto por los pibes”, indicó el dirigente. También remarcó que “en la virtualidad hay un desborde de las horas de trabajo de los docentes”, y afirmó que “le tiran las decisiones a los directivos de las escuelas cuando tienen que ser decisiones del Gobierno”.
“Efectivamente tenemos miedo de ir a las escuelas y contagiarnos y que se contagien los alumnos y alumnas”, planteó Adaro. E insistió en que “relevamos poca participación de las familias en las burbujas” . “Desde el Gobierno, no convocaron a ningún tipo de reunión para dialogar” concluyó.