El Barrio 20 se encuentra en la Comuna 8, entre las avenidas Escalada, General Fernández de la Cruz y Larrazábal, y las calles José Batle y Ordóñez.
Desde 2016, el Gobierno de la Ciudad, a través del Instituto de la Vivienda, encaró un proceso de integración socio urbana que incluye la construcción de 1.665 nuevas viviendas (Papa Francisco), el mejoramiento de más de 3.000 del barrio histórico, la dotación de infraestructura básica (agua corriente, electricidad, cloacas y pluviales) y la apertura de calles.
Según el censo realizado por el IVC en mayo 2016, allí viven casi 28.000 personas, 9.119 familias, en 4.560 viviendas distribuidas en 30 manzanas.
Por su parte, Facundo dijo: “Lo que hacemos es coordinar todas las obras que llegan al barrio de infraestructura, apertura de calles, apertura de espacios comunes, que además de ser beneficios suponen cambios y dificultades cuando hay una obra de por medio. Entonces yo lo que hago es articular estas obras con las necesidades de los vecinos y vecinas”.
Una de las iniciativas que comprenden la integración del barrio es la apertura de calles. Esta obra permite una mejor conectividad y accesibilidad dentro del barrio con el resto de la ciudad, el esponjamiento de cada una de las manzanas para lograr la ventilación e iluminación de las viviendas existentes, y la mejora del espacio a través de bocas de tormenta, alumbrado público, arbolado, rampas y señalética. Además, contempla obras de infraestructura para la provisión de los servicios básicos necesarios para los vecinos y vecinas del barrio, como agua corriente, electricidad, cloacas y pluviales.
Estamos trabajando en la urbanización del barrio para generar que el barrio esté más conectado y, a su vez, que los vecinos y las vecinas tengan mayor dignidad
Las aperturas de las calles fueron consensuadas y definidas en la Mesa de Gestión Participativa (MGP), que es el espacio para que los vecinos y representantes barriales trabajen cada paso del proceso de integración socio-urbana del barrio junto al IVC y otros organismos de la Ciudad. Después de más tres años de trabajo en conjunto, 57 familias que vivían en las trazas de las calles Miralla y Corvalán, fueron relocalizadas en las nuevas viviendas del predio Papa Francisco.