Marta Liotto, acaba de ser electa presidenta de CUCICBA, el colegio que agrupa a los Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires, por una abrumadora mayoría de votos que obtuvo frente a la lista opositora.
Un equipo de medios agrupados en AcMV (Asociación de Medios Vecinales), dialogó con ella poco después de la asunción y donde generosamente respondió todos los temas que se tocaron.
Antes de comenzar con las preguntas, Liotto hizo una breve presentación de sí misma, autodefiniéndose como una persona muy inquieta, que se involucra y compromete a fondo con cada tema que asume. Es corredora inmobiliaria y desde hace 16 años está al frente de Liotto Propiedades (Monte Castro), una empresa de origen familiar fundada por su padre. Es además militante radical y paralelamente a esta labor profesional se especializó en temas de seguridad pública que la llevaron a ocupar diferentes cargos en el sector público de la ciudad. En el 2015 fue electa juntista de la Comuna 11, representación que completó en el año 2019.
En el plano inmobiliario le interesan los temas vinculados a familia y en especial aquellos que son bisagras en la vida de las personas, como una disolución de una sociedad conyugal y posterior venta de un inmueble o la liquidación de un acervo sucesorio, explicando que “lo que más me atrapa de este trabajo es vincularme con las personas en determinado momento de su vida que son trascendentales. Este tipo de temas hace que me conecte familiar y socialmente con los involucrados, desde otro ámbito que va mucho más allá del plano comercial, como puede ocurrir con cualquier otro tipo de operación.”
Comenzó a participar en el Colegio de Corredores Inmobiliarios desde los inicios de la entidad, hace ya 14 años. Primero se desempeñó como representante asamblearia, luego pasó a ser integrante de la Junta Electoral y posteriormente se convirtió en vicepresidenta acompañando por dos mandatos consecutivos a Armando Pepe. Hoy es la presidenta de esta institución y conduce los destinos de su sector.
A renglón seguido comenzó a responder las preguntas que los periodistas le hicimos.
P: ¿Qué balance hacen ustedes de la ley de alquileres?
R: Para nosotros esta ley es un absoluto fracaso, especialmente dos artículos son sumamente negativos:
El punto que establece la forma de indexación: Según esta cláusula y con la inflación furibunda que tenemos, el índice hoy ronda en el 52% interanual. Esto se traduce en que un inquilino comenzó pagando $30.000, después de un año y de la noche a la mañana, pase a pagar $45.000. Sin duda un golpe al bolsillo que cambia toda su economía doméstica. Y del otro lado, el propietario como tiene que esperar un año para la actualización en un contexto de alta incertidumbre, fija valores iniciales altos para cubrirse y porque sabe que tiene 12 meses de espera para actualizar su renta.
La realidad es que el sistema venía funcionando mucho mejor antes de esta ley porque gente se terminaba poniendo de acuerdo. Nunca, en ningún acuerdo de partes se llegó a establecer índices del 51%, como máximo se establecía un 20% semestral que se traducía en un 41, 42% anual por el acumulado, pero nunca semejante índice. Para nosotros esto hay que modificarlo de inmediato.
Otra cuestión: el plazo de locación. Con renovaciones cada dos años veníamos muy bien. El artículo de la nueva ley que lo llevó a tres años hizo un enorme daño. ¿Por qué? hay muchos inmuebles que se ponen en locación por un contrato, por ejemplo, cuando hay una sucesión y hasta que el juez emita sentencia, de esta manera los herederos buscan cubrir algunos gastos de la propiedad y los ayuda a pagar los costos del trámite, peor cuando esos inmuebles son liberados, normalmente pasan a la venta porque siempre hay algún heredero que necesita su parte. Esta ley, al extender los plazos un año más, sacó del mercado todas esas propiedades que contribuían a descomprimir el flujo de la oferta y la demanda.
P: ¿Este tipo de circunstancias tenía tanta incidencia en la oferta de propiedades?
R: En el mercado de alquileres había una rueda y esa rueda se rompió. En los barrios se da una rotación continua. Se terminaba un contrato, pero encontrabas rápidamente otra unidad en un área cercana. Hoy lo único que quedó en locación son departamentos de uno y dos ambientes, aquellos destinados a la inversión.
A las familias les resulta muy difícil encontrar PH, 3 ambientes y casas. Y a esto se suman los valores, en Villa del Parque, Devoto, Versalles, Monte Castro, alquilar una casa cuesta entre $100.000 y $170.000 mensuales. ¿Qué grupo familiar tiene ingresos suficientes para hacer frente a un contrato de esta magnitud?
Antes la gente se ponía de acuerdo, conciliaba, había diálogo.
P: ¿Desde CUCICBA tienen algún proyecto en mente?
R: Ya lo presentamos, inclusive días pasados el diputado Álvaro González planteó en el recinto la modificación de estos dos artículos y lo pasaron a comisión. Nosotros planteamos que se vuelva a un acuerdo de partes. Para mí lo fundamental para llegar a una buena ley es que los legisladores escuchen a todos los actores sociales, se establezcan consensos y esto se vuelque a la normativa. Desde el colegio tenemos un muy buen diálogo con el presidente del IVC y hay proyectos que pueden llegar a ser muy positivos.
P: ¿Consideras que esta ley de alquileres hay que derogarla toda o tiene algunos puntos positivos?
R: Creo que no hay necesidad de derogar la ley. El problema fundamental son estos dos artículos. Hay puntos de la norma que son buenos, por ejemplo: La notificación a través de correo electrónico agiliza y simplifica la comunicación. La ampliación de garantías: la posibilidad de ofrecer otros tipos además de las garantías propietarias es un paso muy positivo.
P: ¿A qué atribuís que haya tantos inmuebles vacíos en la ciudad de Buenos Aires? Un reciente relevamiento da cuenta que en algunos barrios, como Puerto Madero y otros, tienen una ociosidad hasta del 50%, ¿Cconsideras que es consecuencia de esta ley?
R: Nuestro Observatorio de Análisis Estadístico refleja otro dato. Nosotros tenemos que en Capital hay un promedio de 18% de propiedades desocupadas. Las razones Son varias:
La ley obliga a que los inmuebles que se ponen en alquiler deben estar en perfecto estado.
En este punto hay que considerar que el mayor caudal de propiedades no son de grandes rentistas que tienen 20/30 unidades. Las locaciones provienen en su mayoría de familias, especialmente jubilados, que tienen una o dos departamentos para alquilar como forma de completar un ingreso.
Suele suceder que estas personas, adultos mayores e incluso a veces la señora sola porque se ha quedado viuda, no tiene la energía ni capacidad financiera para mantener como se debería la propiedad y la terminan sacando del mercado.
Es por esto que el IVC está por lanzar una iniciativa para otorgar créditos a aquellos propietarios que deseen hacer mejoras en inmuebles destinados a alquiler.
Hay propietarios que están expectantes. Esperan a que la ley se modifique o se derogue.
P: ¿Cómo hace hoy un asalariado para llegar a comprar un departamento?
R: Es casi imposible. No hay política crediticia y el tema del cepo es otra cuestión que lo dificulta mucho más.
La única y mejor alternativa hoy es comprar en pozo, porque invertís en pesos y el devengado es en dólares. Por supuesto, no cualquier pozo. Hay que ver la empresa desarrolladora y la firma comercializadora. Hoy el riesgo no está en que no se termine la obra, pero sí en que te entreguen una propiedad que esté terminada con la calidad de materiales que te prometieron.
P: ¿Qué opinas de los actuales Convenios Urbanísticos que salieron de la legislatura y otros tantos que están a punto de tratarse? ¿Cuál es tu mirada del desembarco de grandes brokers en los barrios?
R: Nosotros apuntamos más a desarrollos medios que son los que normalmente comercializan los inmobiliarios de las diferentes zonas, desarrollos que tengan que ver con la idiosincrasia de los barrios donde se están llevando adelante.
Piensen que más allá de los nuevos sistemas de comercialización y ventas a través de plataformas, en las inmobiliarias de los barrios es determinante la confianza ganada a partir de años de trabajo. En mi caso y junto a mi papá hemos vendido propiedades a tres generaciones de una misma familia. Esas personas que depositan su confianza en nosotros, antes de realizar una nueva inversión pasa por nuestras oficinas a averiguar y que los orientemos en la siguiente operación.
P: ¿Crees que habrá una solución para aquellos que se embarcaron en los créditos UVA y hoy no pueden hacer frente a esa obligación?
R: Creo que esa gente estaría peor alquilando porque estaría con la desesperación de no encontrar inmuebles. En última instancia, están refinanciando con los bancos y saben que cuando terminen de pagar van a tener una propiedad, aunque les lleve 20 o 30 años. En cambio, el que alquila nunca llega. Y tengo muchos conocidos que llevan alquilando varias décadas.
P: La ciudad de Buenos Aires vive desde hace muchos años un proceso de inquilinización. La propiedad se fue concentrando en menos manos y es cada vez más difícil acceder a la vivienda propia, un sueño que siempre fue una característica argentina. ¿Cómo crees que se puede revertir ese proceso?
R: El inquilino sueña con la casa propia, pero hoy el contexto no está dado.
En Argentina no hay políticas habitacionales desde hace muchísimos años, salvo el PROCREAR y los CRÉDITOS UVA, que fueron las únicas iniciativas gubernamentales.
P: ¿Qué haría falta en cuanto a políticas públicas para la vivienda y para el real estate en general?
R: Necesitamos vincularnos mejor con la política y que la política se vincule con nosotros.
Los políticos antes de introducir estas cuestiones en el recinto, deberían agotar las consultas con todos los actores sociales y luego ello traducirlo en una norma que refleje los consensos alcanzados. Hoy eso no pasa.
Por ejemplo, el Código Urbanístico… ¿Por qué no le preguntan a un corredor inmobiliario de la zona donde vas a legislar… ¿qué es lo que podría servir para comercializar?, ¿qué le haría falta y bien al barrio?
Queremos participar cuando se tratan proyectos legislativos, primero escuchando y luego si lo creemos necesario, aportando propuestas concretas. Es la una manera de construcción virtuosa, con el trabajo conjunto.
No podemos estar tan apartados unos de otros.
P: ¿Para quienes considerarás que construyen los desarrolladores en la ciudad de Buenos Aires, habida cuenta que desde 1947 somos prácticamente la misma cantidad de habitantes, aunque la cantidad de viviendas se fue multiplicando?
R: Creo que la respuesta la encontramos en el nuevo concepto de familia. Antes la gente vivía en clanes, en una casa podían llegar a vivir 8, 10 personas con diferente grado de parentesco y de diferentes generaciones. Hoy eso no pasa. Los jóvenes, a pesar de todas las dificultades buscan independizarse a una edad cada vez más temprana, las parejas si no se llevan bien, se separan y cada uno por su lado. Los adultos mayores eligen vivir separados de sus hijos. Hay muchísima gente viviendo sola. Y eso cambió la ecuación radicalmente.
P: ¿Cuáles son las directrices que te parecen deberían cambiar esta realidad para que la gente vuelva a cumplir el sueño de llegar a la casa propia?
R: Que haya créditos. Liberar el cepo, al menos para la gente que necesita acceder a una primera vivienda y que la economía se acomode. Con una economía más estable, que genere confianza, vuelve el crédito y con ello la posibilidad de comprar. Todo comienza a fluir porque como dijimos antes, está en el ADN del porteño aspirar a la vivienda propia.
P: ¿Qué te parece que va a suceder con el microcentro, una vez superada la pandemia?
Creo que el microcentro tal y como lo conocimos nosotros no vuelve más porque las empresas no van a volver. Me parece que es un proceso irreversible y hay que encontrarle un nuevo perfil que apunte a beneficiar a todos los sectores.
En este momento hay varios proyectos en la Legislatura.
P: ¿Cómo ves la zona Oeste de la ciudad?
R: En Villa Devoto y Villa del Parque ahora hay una cuestión muy singular en torno al nuevo distrito del vino. Esperemos que no se convierta en un nuevo Palermo Hollywood, que no se pierda la identidad y la idiosincrasia de un barrio tan particular, que amo entrañablemente.
Veo muy positivo el crecimiento de Villa Santa Rita donde están llegando muchas familias jóvenes y se está afianzando con identidad propia.
También en Paternal y Villa General Mitre hay una tendencia a reciclar antiguos PH, conservando el espíritu de este tipo de propiedades que son únicas. Esto le está dando un nuevo impulso a esas zonas.
El PH es un producto muy escaso y el más buscado en la ciudad de Buenos Aires. En los barrios donde más hay llega al 9% del total de las propiedades y en las zonas con más déficit apenas alcanza el 3%.
P: ¿Cómo está el sector inmobiliario?
R: Muy golpeado. Ya el último año de gestión de Macri fue malo para nosotros, después sobrevino la pandemia y la delicada situación económica que atravesamos no ayuda para nada.
El mercado refleja una baja del 20, 25 y hasta 30% del valor de las propiedades, según los barrios. Igualmente sabemos que esto es transitorio, en cuanto la economía nuevamente se acomode, recuperan su valor histórico. El ladrillo nunca defrauda.
En estos últimos dos años los inmobiliarios nos tuvimos que aggiornar para seguir adelante. Muchos pasaron a hacer home office y otros decidieron juntarse y alquilar oficinas entre varios porque sostener el nivel de actividad.
Hoy tener un local a la calle, con personal a cargo, cubrir los costos de mantenimiento y hacer frente a las publicaciones en portales se hace muy difícil y tenés que contar con una cartera de clientes muy grande y consolidada.