El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró el XXVI período de sesiones de la Legislatura, en su último año de mandato. Exhortó a los argentinos a “salir de la división y trabajar juntos”.
Por octava vez consecutiva, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, hizo este miércoles un balance de su gestión ante los parlamentarios porteños, al inaugurar el ciclo legislativo del año final de su administración.
Antes de hacer lo que él mismo definió como su “última rendición de cuentas, siempre de cara a la gente”, el gobernante metropolitano enfatizó que “en estos 16 años de gestión, le mejoramos la vida a la gente”, en referencia a sus dos mandatos más los dos anteriores de Mauricio Macri, de quien fue su jefe de Gabinete en el gobierno de la C.A.B.A.
Por eso, agradeció “a Mauricio, con quien iniciamos las transformaciones en 2007” e hizo “un reconocimiento muy especial a todo el equipo de Gobierno”, integrado por “gente con vocación de servicio que se animaron a transformar”.
Rodríguez Larreta habló desde las 9:15, durante poco más de 50 minutos, desde el estrado del recinto de sesiones del palacio legislativo, flanqueado por el vicepresidente primero de ese cuerpo, diputado Emmanuel Ferrario (Vamos Juntos). Además de los 60 legisladores de la Ciudad, participaron los ministros del Poder Ejecutivo, representantes de legaciones diplomáticas y un grupo de vecinos destacados por sus acciones ciudadanas.
“Trabajamos junto a los chicos y los docentes para defender la educación, junto a las familias para que puedan vivir seguras, junto a los sectores productivos para que puedan trabajar más, y junto a cada persona para que pueda soñar con un futuro mejor”, afirmó Rodríguez Larreta.
Manifestó además un reconocimiento “de esta Legislatura, por construir un espacio de diálogo y convivencia democrática, donde las diferencias existen, pero nunca atentan contra la responsabilidad de mejorarle la vida a la gente”.
En una síntesis de sus prioridades programáticas, el gobernante puntualizó que su “legado” es “una Ciudad donde la educación es una prioridad, la seguridad no se negocia,la política social es generar trabajo, la salud no es un privilegio, la ley es igual para todos. Y donde hay futuro.”
Apeló, en tanto, al poder del cambio: “Encontrar en el talento de cada argentino los mejores caminos para transformar. Y eso es lo que necesita nuestro país. La Argentina lleva años sin crecer ni avanzar. Cada paso que damos para adelante nos lleva después dos pasos para atrás. Los cortos períodos de crecimiento no se sostienen porque se construyen desde la división y no desde la unidad”.
“Cada gobierno que asume -continuó- deshace todo lo que hizo el anterior y nunca se resuelven los problemas de fondo, que nos terminan llevando a una crisis peor que la anterior. Esto es así porque la única constante en esta historia es la división. Décadas de peleas generadas por políticos que hicieron campaña a costa de enfrentar a argentinos contra argentinos”.
Luego de recordar que “hoy casi el 40% de los argentinos son pobres, casi 4 millones de personas trabajan en la informalidad y miles de chicos no terminan en tiempo y forma la escuela”, aseveró que “éstos son los resultados de décadas de división”.
Explayándose sobre su proyección política nacional, Rodríguez Larreta reflexionó que “no hay teoría ni ideología partidaria que sea más importante que ser argentino” y que “el cambio no es gritar, buscar problemas ni culpables. El cambio es buscar soluciones y trabajar todos juntos (…) Este es el deseo que tengo y que quiero proponerles a todos los argentinos: salir de la división y pelear juntos por el futuro que nos merecemos”, reafirmó.
Frases destacadas del Jefe de Gobierno:
“Nos animamos a transformar la Ciudad y ahora nos vamos a animar a transformar el país”.
“Llegó el momento de hacernos cargo de nuestro futuro. Es hora de animarnos a cambiar el país para siempre”.
Enumeró “transformaciones y logros”, detalló su perspectiva, área por área: Educación; Trabajo; Seguridad y Justicia; Integración; Transformación Urbana e Infraestructura; Bienestar Integral; Salud; Género; Adultos Mayores; Ambiente; Ciudad Digital; y Visión Internacional.
“Hoy, en la Argentina, la situación (en Educación) es alarmante. Por eso tenemos que ir más a fondo. Tenemos que animarnos a encarar la revolución educativa más ambiciosa de la historia”.
“Necesitamos reducir el peso muerto del Estado sobre el sector privado, porque son las empresas las que generan trabajo, no el sector público. Para eso hay que terminar con el déficit fiscal, bajar impuestos y dar batalla a fondo contra la inflación”.
“No podemos seguir ignorando la crisis de trabajo que vive nuestro país (…) Nuestro país puede generar millones de puestos de trabajo si cuenta con un Estado que impulse la iniciativa privada y le devuelva a la Argentina su perfil exportador. Es difícil, pero se puede, y la Ciudad es el mejor ejemplo de eso”.
“Todos los delitos bajaron en Buenos Aires. Hoy no es imposible que te pase algo en la Ciudad, pero sí es menos probable, porque tenemos la tasa de delitos más baja en 27 años y somos la capital más segura de América Latina”.
“Nos ocupamos de que la policía esté bien paga, equipada y respaldada, porque es clave cuidar a los que nos cuidan”.
“Hay que animarse a enfrentar la inseguridad en serio, con mucha decisión política, con un plan, firmeza y trabajo. La Ciudad es el ejemplo de que se puede y estos resultados los vamos a llevar a todo el país”.
“La pobreza no puede esperar y así iniciamos el proceso de integración de barrios populares más ambicioso de la historia del país (…) Pero aún con todo esto, siempre tuvimos claro que la mejor política social es el trabajo.”
Detalló el Jefe de Gobierno las grandes obras de infraestructura y “transformación urbana” desde 2007. Se necesita -indicó- terminar el Plan Hidráulico y llevar el transporte público a los barrios populares. Esta transformación es un ejemplo de lo que queremos llevar a todo el país”.
“Necesitamos construir una política exterior pragmática, que mire al mundo como una oportunidad y que empuje la frontera de posibilidades de nuestra agenda de desarrollo”.
“Sentar una posición clara respecto a la defensa de la democracia y los derechos humanos en América Latina, rechazando contundentemente a las dictaduras en la región”.
“Así como el año pasado fuimos de los primeros en nuestro país en condenar la invasión (a Ucrania), quisiera reiterar mi absoluto repudio al accionar ruso. Hay un solo lado correcto donde pararse: el de la paz, el respeto a la soberanía y a la integridad de los países”.