“Pecados de Capitales”, dirigida por Paula Malfettani, fue declarada de interés por medio de un proyecto presentado por el diputado, Matías Barroetaveña. | |
Los legisladores de la Ciudad declararon de Interés Cultural a la obra de danza expresiva Pecados de Capitales, dirigida por Paula Malfettani. El acto de desarrolló esta tarde en el salón San Martín y contó con la presencia de la directora y el diputado y autor del proyecto, Matías Barroetaveña. Además se realizó una muestra de dicho espectáculo.
Previo a la actuación, Barroetaveña agradeció la presencia de los espectadores y contó el proceso legislativo de la iniciativa. “Me motivó esta presentación por el impacto que produce la obra como espectador, además de sus valores en la elección de textos, su mirada y su concepción del mundo”, destacó el legislador. Y sumó que es “el pueblo de la Ciudad” quien hace la mención y “demuestra los valores que pretendemos para nuestra ciudad”. En tanto que Malfettani agradeció al legislador por la declaración.
Este espectáculo invita al público a reflexionar sobre los cuerpos, específicamente en el vínculo con la corporalidad y el ritmo que impone la rutina cotidiana en la ciudad. Mediante recursos sonoros y lumínicos, tomando al movimiento como símbolo y en conjunto con elementos escenográficos se problematiza, lo que la autora llama la “abducción” de los cuerpos.
“Pecados de Capitales” narra la historia de “Usted”, un personaje que “destierra” (desde el centro de la tierra) hacia la Ciudad y se va convirtiendo en una parte más de las “maquinarias humanas” que obedecen a patrones capitalistas.
La ansiedad, la avaricia, el trabajo desmedido, el automatismo, la indiferencia, la contaminación, son algunas de las temáticas abordadas. “Usted” y otros personajes, revelan que aún inmersos en la vorágine de las rutinas, los “humanitos” pueden encontrar la esencia humana; aquello que los conecta con la naturaleza, con el arte y con los otros. E incluye textos del escritor uruguayo, Eduardo Galeano.
¿cuáles son los 7 pecados capitales?
La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». Independientemente de la vigencia o no de la idea de pecado en nuestras sociedades, son siete pasiones muy arraigadas en la psique humana.
¿CUÁLES SON LOS 7 PECADOS CAPITALES?
La lista de pecados ha ido modificándose y menguando con el paso de los siglos. Fue el papa de Roma Gregorio Magno quien, a finales del siglo VI, fijó para siempre los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, gula, lujuria, ira, envidia y pereza.
Vicios capitales, pecados cardinales o pecados capitales, lo mismo son. Y son capitales porque son la fuente de otros muchos pecados.
EL PECADO ORIGINAL
Antes de asaltar cada pecado, buscamos a Santo Tomás de Aquino para encontrar una definición de pecado capital: “aquellos vicios a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada”.
El hombre peca desde que es hombre. De hecho, en la Biblia, Adán fue tentado por el diablo y, abusando de su libertad, cometió el primer pecado, el pecado original, al desobedecer el mandamiento de Dios. Desde entonces, la especie humana deambula por un tortuoso camino de espinas.
LA SOBERBIA
Para muchos, el verdadero rey de los vicios porque las personas tienden a él. La soberbia es algo así como un deseo excesivo por ser preferido a otros, el amor desmedido por uno mismo, por creerse por encima de los demás. Con esa actitud, uno está menospreciando a Dios y a los demás.
AVARICIA
El amor excesivo por la riqueza es otro de los pecados capitales que más almas condena. Y es un vicio capital porque ese afán por el dinero, o por cualquier cosa que se desea desmedidamente, lleva al hombre a tratar de conseguirlo mediante cualquier medio y acto. Ahora bien, la avaricia por sí sola generalmente no es un pecado mortal.
LUJURIA
La lujuria es otro de los pecados capitales más populares. Es el deseo excesivo por el placer sexual. Esa satisfacción carnal se aleja del propósito divino, el del amor entre cónyuges entregados a la procreación.
“No cometerás adulterio”, reza el sexto mandamiento. Aunque el cuerpo no actúe, sólo con tener pensamientos considerados impuros, uno está pecando.
IRA
Ese sentimiento de indignación, venganza o furia es ira. Pueden ser tan fuertes las emociones desatadas, que uno puede llegar a ir en contra del amor de Dios y del prójimo. El cuánto de ira hay en un acto, determinará si el pecado es venial o mortal o incluso si es simplemente un enojo intenso.
GULA
Comer y beber cada día como si no hubiera un mañana. La gula es pecado porque se daña el cuerpo por el mero de experimentar ese placer y porque dificulta o imposibilita llevar a cabo trabajos y otros deberes. Eso sí, en la práctica, los casos de gula suelen saldarse como pecados veniales.
ENVIDIA
Otro pecado capital masivo. La envidia es esa tristeza, pesar o rencor del bien ajeno; que se te lleven los demonios por la buena suerte de alguien, deseando que dicha fortuna fuera tuya. Es un vicio que tortura al pecador desdichado y que genera odio al prójimo.
PEREZA
La pereza es el desafecto, la dejadez, por las cosas que se deben hacer. Esa falta de voluntad y esfuerzo acaba con la incapacidad del alma de llevar las riendas. Es un abandono físico y espiritual.