La generación Y está marcada por su mirada cortoplacista. A la hora de invertir, estos perfiles se enfrentan a grandes incertidumbres y desafíos, tanto a nivel global como en la Argentina. Con el objetivo de la casa propia cada vez más lejos, cuáles son las principales motivaciones para ahorrar.
Pese a que volvieron tímidamente los créditos hipotecarios para la primera casa, un informe señala que el 94% de los jóvenes consideró que el real estate es un resguardo de valor. Sin embargo, el 63% consideró que es muy difícil llegar a comprar un inmueble y solo el 15% considera que con ahorros y esfuerzos es posible alcanzar la meta.
Los datos se condicen con el informe de mercado inmobiliario e índice de salario real realizado por la Universidad Argentina de la Empresa. En su último reporte, dado a conocer el mes pasado, se señalaba que en la ciudad de Buenos Aires hacen falta 5,5 salarios para acceder a un metro cuadrado de un inmueble nuevo y 4,7 sueldos para un m2 de una vivienda usada.
La encuesta realizada por Zonaprop reveló, además, que apenas el 10% de los consultados es propietario. Aquellos que son propietarios hoy se dividen en quienes compraron (32%) y heredaron (68%). Los que compraron, la mayoría lo hicieron con sus ahorros (67%) o con un crédito hipotecario (22%).
Los padres de los millennials les cuentan a sus hijos sobre la hiperinflación del 1989. El relato, en líneas generales, se centra en las góndolas de los supermercados, donde los consumidores podían ver -en tiempo real- cómo el remarcador iba actualizando precios. Un acontecimiento de ese tipo sin dudas marca el comportamiento de la generación X, los nacidos entre 1965 y 1980.
Los de la generación Y, en cambio, tienen otros recuerdos que definen su perspectiva sobre la economía local. Muchos de ellos, todavía niños, pueden recordar el corralito y los saqueos del 2001. Una buena porción de este grupo etario también debe tener en su memoria una época en la que sus padres se quedaron sin empleo ante la crisis.
Después, ya más grandes, con sus propios ingresos, pueden haber guardado en su ADN inversor las múltiples devaluaciones y cómo, desde que empezaron a trabajar hasta ahora, el valor del peso se depreció año a año.
Esto hace que los millennials busquen, en primer lugar, protegerse de la inflación. Una de las principales metas al invertir, aseguran los economistas, es cuidar el poder adquisitivo y no permitir que el salario se licue en una carrera que en la Argentina se viene perdiendo desde hace, al menos, más de cinco años. Es que, hasta el momento, no vieron un año de estabilidad económica que les permitiera proyectar un poco más allá.