Se difundió el Indec porteño donde se reflejaron más datos de la amplia desigualdad social que reina en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde viven miles de personas en situación de calle en comunas del sur y en comunas ricas del norte porteño.
Una familia porteña necesitó en junio $890.590 de salarios para cubrir el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que se utiliza como umbral para medir la pobreza. Asimismo, requirió $496.898 para alcanzar el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia.
La familia utilizada como referencia para estos valores incluye una pareja compuesta por un varón y una mujer, ambos de 35 años, económicamente activos y propietarios de una vivienda, más dos hijos varones de nueve y seis años, respectivamente.
Según un informe publicado este miércoles por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la CBT aumentó 3,5% en el sexto mes del año, por debajo de la inflación general, que fue del 4,8% de acuerdo con las cifras del mismo organismo. Por su parte, la CBA trepó 2,2%.
En tanto, la canasta de consumo total (CT), que contempla el costo de un conjunto de bienes y servicios compatible con el estándar de vida de la población de la Ciudad, registró una variación mensual del 3,8% para ubicarse en los $1.112.738.
A aquellas familias que poseen un ingreso que oscila entre la CBT y la CT, CABA las considera como “no pobres” pero “vulnerables”.
En paralelo, los hogares cuyo ingreso total mensual es de al menos la CT y no alcanza 1,25 veces la CT entran dentro de un “sector medio frágil”.
Los hogares cuyo que reciben entre 1,25 veces y 4 veces la CT son considerados de “clase media”, mientras que quienes disfrutan de montos mayores son parte del “sector acomodado”.
Inflación en CABA
La inflación de la Ciudad de Buenos Aires pisó el freno en la desaceleración sostenida y se ubicó en 4,8% durante junio, 0,4 puntos porcentuales (p.p.) por encima del mes previo (+4,4%).
La categoría de precios Regulados (+8,5%) tuvo una fuerte incidencia en la suba, debido al impacto de la actualización de tarifas de servicios públicos y en el valor del viaje en subte.
El aumento más significativo se dio en la división de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+7,3%), a partir de la actualización de tarifas de luz, así como el avance en los valores de los alquileres y de los gastos comunes.