Polémica por un patrimonio histórico cultural de la Ciudad: el Luna Park

La esquina de Corrientes y Bouchard fundado hace 92 años con los bailes de carnaval, y que se instaló recién en 1934. El Luna Park fue testigo de importantes acontecimientos en el siglo XX. Desde actos religiosos, políticos y artísticos hasta deportivos y sociales, como el velatorio de Carlos Gardel y la fiesta de casamiento de Diego Armando Maradona transmitivo en vivo por televisión.

A través de una resolución en las sombras de la Secretaría de Cultura de la Nación, La Comisión Nacional de Monumentos aprobó sin modificaciones y en tiempo récord el proyecto que busca demoler el histórico estadio para ampliar su capacidad en un 53% y sumarle un estacionamiento. Esta secretaría depende exclusivamente de Karina Milei según el decreto 989/24.

La Comisión que aprobó la polémica demolición depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, a cargo de Leoardo Cifelli, y la resolución fue impulsada por su presidenta, Mónica Capano, y por Juan Vacas, el vocal del organismo y actual subsecretario de Paisaje Urbano de la Ciudad de Buenos Aires.

La decisión causó revuelo debido a que el estadio, de notable importancia para la historia deportiva y cultural de la Argentina, tiene prohíbida su demolición por haber sido declarado Monumento Histórico Nacional en 2007 y por estar localizado en un Área de Protección Histórica.

La resolución, firmada el 6 de enero, generó un fuerte revuelo debido a que el estadio, declarado Monumento Histórico Nacional en 2007 y ubicado en un Área de Protección Histórica, tiene prohibida su demolición, así como cualquier modificación en su volumen original. Sin embargo, el proyecto prevé la ampliación de su capacidad en un 53%, pasando de 8.400 a 13.000 espectadores.

Por medio del decreto 989/2024, que modifica la ley de Ministerios, el Poder Ejecutivo oficializó el pase de la Secretaría de Cultura del ámbito del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, directamente a la Presidencia de la Nación, convirtiendo el organismo en una Secretaría Presidencial, como Legal y Técnica y de Inteligencia. El Secretario de Cultura es Leonardo Cifelli que depende de la hermana del presidente que desde noviembre tiene bajo su órbita las siguientes secretarías: “Las tareas necesarias para posibilitar la actividad del Presidente de la Nación serán atendidas por las siguientes Secretarías Presidenciales: 1. General 2. Legal y Técnica 3. De Planeamiento Estratégico Normativo 4. De Prensa 5. De Inteligencia de Estado 6. De Comunicación y Medios 7. De Cultura. Las Secretarías enunciadas precedentemente asistirán al Poder Ejecutivo Nacional en forma directa. Análoga asistencia prestarán las demás Secretarías y organismos que el Presidente de la Nación cree al efecto, sin perjuicio de sus facultades de modificación, transferencia o supresión de dichas Secretarías y organismos”.

Los dueños del mítico Luna Park

El plan arquitectónico es promovido por DF Entertainment, empresa de Finkelstein, que tiene la concesión del estadio por 40 años.

Fundado por Ismael Pace y José Lectoure, el escenario fue inaugurado hace 92 años con los bailes de carnaval, y el 5 de marzo de ese mismo año se realizó la primera función boxística, con tres tribunas y sin el techo, que se instaló recién en 1934. El Luna Park fue testigo de  importantes acontecimientos en el siglo XX. Desde actos religiosos, políticos y artísticos hasta deportivos y sociales, como el velatorio de Carlos Gardel y la fiesta de casamiento del gran Diego Armando Maradona.

El estadio, según publica su página oficial https://www.lunapark.com.ar/,  nació el 5 de marzo de 1932, en un predio que antes perteneció al ferrocarril, gracias a la iniciativa de José Lectoure e Ismael Pace. Como Lectoure era un ex campeón amateur de boxeo en la categoría de peso liviano, con su amigo, empezaron a organizar peleas en distintos lugares de la ciudad. Uno de esos espacios fue en Corrientes 1066 pero se tuvieron que ir de allí cuando empezó la construcción de la Avenida 9 de Julio.

Fue entonces cuando se mudaron a la mítica manzana de Corrientes y Bouchard. Primero alquilaron y finalmente compraron el terreno, y lo transformaron en un emblema de la Ciudad de Buenos Aires. En 2007, el Luna Park fue declarado Monumento Histórico Nacional.

El proceso de aprobación, que tardó solo dos meses, se dio en medio del receso vacacional, lo que generó sospechas. Trámites similares suelen demorar meses o incluso años. Ahora, la decisión final está en manos del Gobierno de la Ciudad, a cargo de Jorge Macri, y su ecretario de Cultura Enrique Avogrado y del papa Francisco, quien debe dar su visto bueno según el contrato de concesión.

Ante las versiones cruzadas, la empresa tuvo que salir a comunicar que el mítico estadio no será demolido sino remodelado para ampliar su capacidad para llegar a 15 mil espectadores.

La empresa Luna Park S.A. informó a la prensa que “es absolutamente falso que se vaya a demoler el estadio, tal como ha circulado en algunos medios; la historia del Luna Park es una historia de transformaciones, remodelaciones y reciclaje, y esta no es más que otra etapa en este proceso de renovación continua”.

En síntesis, lo que se habilita es a iniciar modificaciones estructurales en el interior (de allí la demolición parcial de la estructura). Bajo ningún concepto se podrán hacer “volúmenes observables desde la calle”.

“Esto no es un punto de llegada, es un punto de partida. El dictamen establece que el proyecto no está mal, pero hay que conformar una mesa para decidir, en cada momento a partir de ahora, el curso de acción”, concluye.

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Duplicaron el número de eventos autorizados en clubes de barrio y centros culturales

La Legislatura dio aprobación inicial, con 54 votos afirmativos, a la ley de primera lectura que otorga a la Asociación Civil “Club Social, Deportivo y Cultural Español de la República Argentina” el permiso de uso precario del predio delimitado por la Avenida Santiago de Compostela, Avenida Asturias y Avenida Castañares. Simpatizantes acompañaron desde los palcos del recinto y celebraron efusivamente la medida aprobada.

En relación a los clubes, también se avanzó con la ampliación de la cantidad de eventos públicos anuales que los clubes de barrio pueden realizar sin necesidad de gestionar una habilitación especial. Hasta ahora, el máximo permitido era de 24 eventos por año; con la nueva normativa, ese número se duplica a 48.

La medida busca acompañar la realidad de los clubes, que cumplen un rol social, deportivo y cultural fundamental, y facilitarles la generación de ingresos propios ante el aumento de los costos operativos. Para acceder a este beneficio, los clubes deberán estar inscriptos en el Registro Único de Instituciones Deportivas, contar con certificado de Club de Barrio y cumplir con las condiciones de seguridad e higiene previstas en el Código de Edificación.

Al finalizar, se aprobó con 44 votos afirmativos y 8 abstenciones, prorrogar por dos años la exención impositiva prevista en la Ley N.º 6.700. Esta norma está dirigida a entidades deportivas sin fines de lucro y los exime del pago de tributos vinculados a obras (Derechos de Delineación y Construcción, Tasa por Verificación de Obra y el Derecho para el Desarrollo Urbano y el Hábitat Sustentable). El requisito es que los clubes estén inscriptos en el Registro Único de Instituciones Deportivas.

Atlanta y All Boys: sanción a los actos antisemitas y prohibición de ir al estadio

Tras el partido entre All Boys vs. Atlanta, la fiscalía de la C.A.B.A. ordenó el secuestro de banderas y carteles con leyendas antisemitas en el marco del operativo de seguridad por el partido disputado por la Primera Nacional. Fue coordinado por la Dirección de Prevención en Eventos Masivos, la Policía de la Ciudad labró tres actas contravencionales por diferentes irregularidades.

La primera intervención se realizó en la intersección de las calles Mercedes y Álvarez Jonte, donde personal policial detectó un pasacalle con la leyenda “Muerte al Estado genocida de Israel”, y tras consulta judicial, se dispuso el secuestro del elemento y el labrado de un acta por “incitación al desorden”.

Este 10 de julio, se realizó un nuevo allanamiento a la “barra de All Boys” por los actos antisemitas contra Atlanta y secuestran una máscara, ropas y una bandera palestina.

La Policía de la Ciudad secuestró durante una serie de allanamientos una bandera de Palestina, una máscara y ropas usadas durante un acto xenófobo que barras bravas de All Boys realizaron a multas del mes pasado, horas antes de un partido ante Atlanta, y el Ministerio de Seguridad porteño sumó otra barra a los 16 que inhabilitó para entrar a las canchas durante los próximos cuatro años.

Las investigaciones realizadas por la Dirección de Eventos Masivos de la Policía de la Ciudad a partir de aquella manifestación en las afueras de la cancha de All Boys, derivaron en la identificación de las barras, y la sanción por hechos discriminatorios y xenófobos, pero continuaron para dar con los elementos que los involucrados observaron aquel 29 de junio.

Un pasacalle con la leyenda “Muerte al Estado Genocida de Israel” fue colgado a metros de la cancha, en tanto un grupo de barras portó un cartón con la figura de un ataúd con los colores de la bandera israelita y también con los de Atlanta, un club muy ligado con la comunidad judía en la Argentina.

A partir de la solicitud de la Fiscalía Especializada en la Lucha contra la Discriminación del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, a cargo de Andrea Scanga, el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 20, Secretaría de María Cecilia Martínez, ordenó una serie de allanamientos, uno de ellos en un departamento ubicado a media cuadra de estadio de All Boys, sobre la avenida Álvarez Jonte al 4200, y en Santo Tomé al 5000, a unas quince. cuadras de la cancha.

En el departamento de Álvarez Jonte los oficiales incautaron una máscara plástica tipo Halloween, como la usada en el video de aquella tarde, dos teléfonos celulares y una remera negra y blanca con el escudo de All Boys.

Los otros allanamientos fueron en un departamento de un primer piso y un garaje en Santo Tomé al 5000, donde fueron decomisados importantes elementos incriminatorios y demorado su residente, barra brava del club, quien fue notificado para presentarse para declarar en la fiscalía.

Allí los detectives secuestraron la bandera de Palestina con un palo de PVC, tal como fue mostrada aquella tarde, y una bandera blanca y negra, tres remeras con la inscripción “La Peste Blanca”, tal como se hace llamar la barrabrava de All Boys, otras prendas, además de cuatro celulares y una tableta.

A partir de ello, la Subsecretaría de Seguridad en Eventos Masivos y Deportivos de la Ciudad impondrá al barra una pena de 4 años sin ingresar a los estadios de la Ciudad con lo que se suma a los otros 16 hinchas que fueron inhabilitados por igual período de tiempo.

El segundo hecho ocurrió cuando ingresó un drone al estadio que portaba una bandera de Palestina. El aparato sobrevoló el campo de juego y posteriormente cayó dentro del mismo, por lo que se realizaron las actuaciones correspondientes por infracción a los artículos 119 (incitación al desorden) y 125 (colocación de elementos que inciten a la violencia o contengan mensajes discriminatorios u ofensivos).

Por último, en las inmediaciones del estadio se halló sobre la vereda un cartón con forma de ataúd pintado con los colores del club Atlanta y una cruz negra en la parte superior. Ante esta provocación a la parcialidad contraria, se labró un acta por infracción a los artículos 116 y 119 del Código Contravencional y se procedió al secuestro del elemento.

Mirador del Obelisco: las mejor vista de la Ciudad

El monumento más emblemático de la Ciudad reabre su cima con una experiencia panorámica única, accesible y cargada de historia. El Gobierno instal{o un ascensor para subir los 67,5 metros de altura y ver Buenos Aires como nunca antes. FOTOS DE ALERTA TRANSITO.

Con una intervención respetuosa del patrimonio, se instaló un ascensor moderno, con un lado vidriado y otro con pantalla digital, que permite ascender hasta el nivel 55. Un emblema que renace. El Obelisco, símbolo indiscutido de la Ciudad de Buenos Aires, renueva su propuesta y se transforma en un nuevo atractivo turístico: El Mirador Obelisco, una experiencia que permitirá a porteños y visitantes subir hasta la cima para disfrutar de una vista 360° desde 67,5 metros de altura.

Se lo considera un ícono de la Ciudad y es el punto de reunión para actos o festejos. Para su aniversario número 85, que es este año, se realizó una puesta en valor que incluyó trabajos de hidrolavado y pintura.

La Municipalidad ganó el juicio entablado contra la Curia, y la última misa se celebró el 16 de agosto de 1931. San Nicolás era, en sí, un monumento histórico. No sólo por ser, por ejemplo, el templo donde se bautizaron a Mariano Moreno o a Manuel Dorrego, o donde descansaban los restos del cura Manuel Alberti, el primer miembro de la Junta de 1810 en morir en enero de 1811, sino además que en su torre flameó por primera vez un 23 de agosto de 1812 la bandera argentina. En 1935 se inauguraría el templo en su ubicación actual, en avenida Santa Fe al 1300.

El obelisco porteño fue construido durante la gestión presidencial del militar e ingeniero Agustín Pedro Justo, quien condujo los destinos de la Argentina entre el 20 de febrero de 1932 y el mismo día del año 1938. En ejercicio de esa potestad, el entonces presidente Justo designó como intendente de la ciudad capital al abogado, escritor y político Mariano de Vedia y Mitre, quien ocupó el cargo entre 1932 y 1938.

Fue precisamente Mariano de Vedia y Mitre quien, en el marco de un plan de modernización de la ciudad -que además incluía el ensanchamiento de la Av. Corrientes, la apertura de la Av. 9 de Julio y la construcción de la Plaza de la República- y a propuesta de su secretario de Hacienda Atilio Dell’ Oro, ordenó la construcción del Obelisco con el objetivo de celebrar el cuadrigentésimo aniversario de la fundación de la ciudad de Buenos Aires.

El Obelisco es, en todo el mundo, el mayor emblema de la ciudad y de sus habitantes, como lo pueden ser la Torre Eiffel en París o la Estatua de la Libertad en Nueva York.

Se aproximaban los 400 años de la fundación de la ciudad de Buenos Aires por Pedro de Mendoza, y las autoridades porteñas buscaban la forma de realizar un homenaje adecuado para aquella aldea que sería destruida en 1541 y vuelta a fundar en 1580.

Inaugurado en 1936 para recordar el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires, es obra del arquitecto Alberto Prebisch, uno de los principales exponentes del modernismo argentino. La alemana GEOPE fue la empresa constructora. Los trabajos comenzaron el 20 de marzo de 1936 y el Obelisco, se inauguró el sábado 23 de mayo de ese mismo año a las 15 horas.

Participaron 157 obreros, y hubo que lamentar la muerte de uno de ellos, el italiano José Cosentino. El total de la obra ascendió a 200.000 pesos. Su construcción demoró apenas dos meses y se cumplió la indicación del intendente, quien quería que estuviese terminado antes del 25 de mayo.

La palabra “obelisco” deriva del latín obeliscum, y según el diccionario de la Real Academia Española, significa “pilar muy alto, de cuatro caras iguales y terminado por una punta piramidal muy achatada, que sirve de adorno en lugares públicos”.

Pues el principal símbolo representativo de la ciudad de Buenos Aires es precisamente su “obelisco”, que está en el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, en la llamada Plaza de la República, siendo su exacto domicilio el siguiente: Av. Corrientes 1066, ciudad de Buenos Aires.

Con una altura total de 67,5 metros y una base de 6,8 metros por lado, el Obelisco posee una única puerta de, detrás de la cual hay una escalera marinera de 206 escalones con 7 descansos que lleva a la cúspide. Allí existe un mirador con cuatro ventanas, visibles desde la calle.

En febrero de 1936 el intendente Mariano de Vedia y Mitre, resolvió la creación de un monumento que le hiciera justicia a tamaño acontecimiento, como fue la primera fundación de la ciudad. En el decreto que firmó, se refería a una obra “…que señale al pueblo de la República la verdadera importancia de aquella efeméride. Que no existe en la ciudad ningún monumento que simbolice el homenaje de la Capital de la Nación entera”. Nacía el Obelisco.

Los detractores del obelisco, que se había quedado con la sangre en el ojo porque decían que el proyecto no había sido discutido en el Concejo Deliberante, tuvieron su oportunidad de volver a la carga el 21 de junio de 1938 cuando se le desprendieron trozos de mampostería. Y en junio del año siguiente, los ediles porteños, por 23 votos a favor y uno en contra, votaron la ordenanza 10.251 de su demolición, argumentando razones de seguridad, estéticas y económicas,

Tuvo que terciar el propio presidente Roberto Marcelino Ortiz, al expresar que el Obelisco era un monumento para recordar un acontecimiento importante como fue la primera fundación de Buenos Aires, que el intendente porteño era sólo un delegado del gobierno nacional, y que el Ministerio de Obras Públicas se encargaría de costear las reparaciones. Y llegó el veto del intendente Arturo Goyeneche.

Se quitaron las losas y se las reemplazaron por mampostería. En el apuro, se eliminó la leyenda que indicaba que Presbisch había sido el arquitecto de la obra. Y asunto terminado.

Los cuatro acontecimientos: El 4º centenario de la fundación de la ciudad por Pedro de Mendoza. 2. El lugar en donde la bandera Argentina fue izada por primera vez. 3. La proclamación de la Ciudad como la Capital Federal del país y 4. La segunda fundación de la ciudad por Juan de Garay.

Descripción de los festejo para su inauguración en 1936: «El sábado 23 de mayo, el pueblo se ha dado cita en la flamante Plaza de la República. El primer magistrado de la Nación preside la solemne ceremonia. Son exactamente las 15, cuando la Banda Municipal ejecuta el Himno Nacional. Se cortan simbólicamente las cintas y se declara inaugurado el nuevo tramo del ensanche y el gran Obelisco, convertido ya en motivo inspirador del tradicional ingenio porteño. En la rotonda se han reunido chicos de las escuelas.