Tensión en Balvanera con la comisaría del barrio y los vecinos

Un video filmado por vecinos de la Comuna 3 alarmó al barrio por la cantidad de ruidos, peleas y el hacinamiento que viven los casi 100 detenidos por diferentes hurtos en la Alcaidía Anexo 3 en el barrio porteño de Balvanera.

La calle General Urquiza, entre Agrelo y Venezuela, tiene alto tráfico aunque no tanto como cerca de Plaza Miserere (Once) porque pasan cuatro líneas de colectivos, alumnos que entran y salen de dos colegios de la zona, ambulancias que ingresan al Hospital Ramos Mejía, taxis y remises que dejan a pacientes en la guardia.

“Acá no hay que temerle a una entradera desde la calle; acá los presos se me meten desde adentro”, contó un vecino que no quiso dar su nombre por miedo quien recordó que durante una quema de colchones, en mayo y en diciembre del año pasado, se fugaron varios presos y uno de ellos escapó por la terraza de su casa, reprodujo Infobae la queja vecinal.

Según los números que presenta la administración de Jorge Macri, hasta el 20 de febrero había, dentro del universo de detenidos, 544 imputados, 1509 procesados y 387 condenados. Alegan que hay 139 internos con entre 1 y 2 años de permanencia en comisarías, y 23 que llevan más de 2 años. Cada preso le cuesta a los vecinos de la Ciudad $83.576 diarios. En 2024, destinaron $70.161.000.000 a la gestión de detenidos.

Hoy, 9 de junio, los datos oficiales sostienen que sigue la superpoblación en las comisarías y las alcaldías porteñas: poseen 2.240 detenidos dentro de sus calabozos, los cuales tienen una capacidad máxima para 1.270. En esta alcaldía de Balvanera, 60 detenidos.

El conflicto lo provocó el mismísimo gobierno porteño según un vecino que vive al lado de la comisaría: “Nos trajeron el conflicto al barrio. Ellos se llenan la boca hablando de seguridad, pero esto es una cargada. Encima ya no tenemos comisaría. Si hay un problema, no hay nadie para atenderte. Los policías de la alcaidía están para vigilar a los presos, no para cuidarnos a nosotros”.

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Atención Jubilados de la mínima con Subte Gratis

La Ciudad de Buenos Aires aprobó un proyecto de ley para que el viaje en subte sea gratuito para los jubilados que cobran hasta 2 jubilaciones mínimas. El beneficio abarca a pensionados y retirados de las Fuerzas Armadas y de Seguridad con domicilio en CABA.

No tendrá límites de horarios y prevé una duración de 5 años, con posibilidad de renovarse la cantidad de veces que el usuario necesite. Los jubilados sólo accederán al beneficio si cobran la jubilación mínima.

La SUBE se renueva anualmente pero con este proyecto se extenderá hasta 5 años.

CÓMO PEDIRLO

Para obtenerlo, las personas alcanzadas por la presente deberán requerir un pase gratuito que podrá gestionarse en las estaciones cabecera de subterráneos y en todas las sedes comunales, en los días y horarios que disponga la autoridad de aplicación. Se deberá contemplar la realización del trámite de forma digital, y por demanda espontánea para aquellas personas a quienes se les dificulte gestionar un turno para la obtención del pase.

El pase gratuito establecido por esta ley tendrá validez por un plazo de cinco años y es de uso personal e intransferible. La autoridad de aplicación podrá requerirle a los beneficiarios, en todo momento, el Documento Nacional de Identidad y/o Carnet Jubilatorio, a efectos de validar su identidad.

La gratuidad del transporte subterráneo para los beneficiarios de la presente ley regirá todos los días y en todo momento en donde el servicio esté funcionando.

QUIÉNES PUEDEN SOLICITAR EL BENEFICIO

La iniciativa busca garantizar la gratuidad del transporte subterráneo, sin límite horario, a los jubilados, pensionados y retirados de las Fuerzas Armadas y de Seguridad con domicilio establecido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El requisito es que los ingresos mensuales de los beneficiarios no deben superar el valor de dos y medio (2 y ½), haberes mínimos jubilatorios fijados por la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) o el organismo que en un futuro la reemplace.

Seguridad: anunciaron la construcción de la cárcel de Marcos Paz para descomprimir las comisarías

Durante su exposición, Sánchez Zinny remarcó que en este primer tramo de la gestión de Jorge Macri actuó con planificación, método y eficiencia, incluso en un contexto social y económico desafiante, y que todas las políticas se desarrollaron con un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de los porteños.

Uno de los ejes centrales de su informe fue la seguridad. Señaló que ya se sumaron 3.000 nuevos policías al despliegue en calle, alcanzando un total de 19.000 efectivos, y se incorporaron nuevos patrulleros, motos, cuatriciclos, además de 120 armas no letales, reforzando la seguridad en zonas críticas con cuadrantes estratégicos.

También destacó la ampliación del sistema de videovigilancia, que hoy cubre el 82% del territorio con más de 1.200 cámaras nuevas en 300 puntos de la Ciudad, y la instalación de 370 Puntos Seguros en toda la Ciudad.

El jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez, Zinny, informó que se completaron 116 nuevas plazas en comisarías y que se avanza con otras 150, así como con la construcción de una nueva cárcel en Marcos Paz con 2.240 plazas.

Subte: cada vez más críticas de los usuarios

El subte en los últimos dos años aumentó en términos reales ajustado por inflación más de un 290% lo que generó que la gente viaje menos y utilice más el colectivo y el tren como opciones. En Madrid, hay abonos mensuales de METRO, y EMOVA acá no tiene ideas para fortalecer y retener a usuarios porque es un servicio público que no tiene competencia. Pero los números apremian y por eso pusieron “patovicas” a custodiar que la gente pague y no salte el molinete.

El primero y más importante es la descoordinación tarifaria. Al momento de escribir estas líneas, el costo del boleto de subte ($963) duplica al del colectivo ($472), cuando entre 1990 y 2023 el promedio había sido de apenas 1,10 veces. 

Mientras tanto, se multiplican las quejas de los usuarios por escaleras mecánicas que no funcionan o ascensores fuera de servicio, además de que muchas de las estaciones que estuvieron cerradas por obras de renovación aún siguen con problemas de filtraciones .

En Twitter (X) sobran los ejemplos continúan: “En 9 de julio y en la estación Pueyrredón no funcionan las escaleras desde hace años”; “Es preferible que ARREGLEN TODAS LAS ESCALERAS MECÁNICAS que hay sin funcionar, que cerrar una estación 4 meses para cambiar 3 baldosas y darle una mano de pintura [sic]”; “@basubte @Emova_arg Arreglen la escalera mecánica del subte E de la estación José María Moreno!!!”; “A ver si hacen funcionar las escaleras mecánicas porque ya se terminó el cuento de que se paga poco y así no se puede mantener. Día que no funciona la escalera. Día que paso sin pagar. Ojalá toda la gente tome sus propias medidas personales”.

Desde la misma empresa explicaron que la mitad de las estaciones son accesibles a personas con movilidad reducida (PMR), es decir, 45 de 90, y detallaron que 41 tienen accesibilidad plena y cuatro parcial. También enumeraron que en los últimos años se agregaron cinco ascensores en cuatro estaciones (Catedral y 9 de Julio de la Línea D, y Retiro y Diagonal Norte de la Línea C).

“Próximamente se lanzarán las licitaciones para la instalación de otros tres ascensores en las estaciones Federico Lacroze y Carlos Pellegrini de la Línea B, y Plaza de los Virreyes, de la E. Luego continuarán otros diez”, sostuvieron.

Accesibilidad y escaleras obsoletas

En concreto, ya hay una licitación en marcha para renovar siete escaleras en las estaciones Pueyrredón y José Hernández de la Línea D, San Juan de la Línea C, Urquiza y Varela de la Línea E, y Venezuela de la Línea H. Según las mismas fuentes, los equipos llegarán al país en julio y “en ese mismo mes comenzará la instalación”.

También afirmaron que algunas ya se removieron para “comenzar en breve” con la instalación. De estas 70, 2 equipos van a ser para la Línea A, 28 para la B, 9 para la C, 24 para la D y 7 para la E.

La inversión total para los casi 80 equipos será de US$16,750 millones, a partir de un presupuesto de la propia Sbase. Javier Ibáñez, su presidente, concluyó: “El subte es nuestra prioridad y por eso estamos invirtiendo para mejorar la infraestructura del servicio en general, con la compra de nuevos coches, la renovación de estaciones y del Premetro, y la modernización de los medios de elevación”.

n 2023, la estación San Martín de la línea C estuvo cerrada tres meses por “obras de renovación integral”. Dos años más tarde, sigue con filtraciones, charcos y problemas de goteras.
Foto: Federico Poore.

Fuentes: LN y cenital