Parquímetros: la justicia porteña suspendió la audiencia para aumentar la tarifa

El titular del Juzgado n.° 2 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Andrés Gallardo, hizo lugar a la medida cautelar y dispuso la suspensión de la audiencia convocada por el GCBA mediante decreto 11/20 para el día 7 de febrero de 2020, con el objeto de tratar la modificación de la tarifa del servicio público de estacionamiento medido en la vía pública. Todo ello en el marco de la causa «Bregman, Myriam Teresa y Otros contra GCBA sobre medida cautelar autónoma», según informó a este medio Ijudicial.

Las diputadas Myriam Bregman y Alejandrina Barry, del PTS-Frente de Izquierda, había sido presentado ante los tribunales que con carácter urgente se dicte una medida cautelar suspendiendo la audiencia pública convocada por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta con el objetivo de aumentar la tarifa de los parquímetros que se realizará este viernes 7 de febrero.

El magistrado dispuso la realización de una constatación para verificar si en el domicilio de Av. Guzmán 90 funciona la sede de la Subsecretaría de Gestión Comunal de la Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la CABA donde se realizaría la citada audiencia pública para modificar y ampliar los parquímetros a toda las comunas porteñas y se llevó una sorpresa.

Como le anticiparon los legisladores, Gallardo constató que «en el inmueble (…) no funciona la Subsecretaría de Gestión Comunal dependiente, sino un hogar para mujeres con niños en situación de vulnerabilidad social». Y agregó que «quienes hayan optado por inscribirse presencialmente o bien tomar vista del expediente (…), al llegar al lugar indicado a tal fin se encontraron con la sede de una asociación civil que no tiene relación alguna con la mentada dependencia administrativa”.

Sede comunal 1 donde el gobierno porteño citó a audiencia pública.

El juez porteño manifestó en su sentencia preliminar que “aún cuando se considerara la hipótesis de que alguien hubiera referido a los interesados que en el edificio de la esquina funcionaban oficinas del GCBA, en tal inmueble no existe identificación alguna que permita identificarlo con la Subsecretaría en cuestión. Muy por el contrario, el cartel existente en el lugar da cuenta de que estaría ubicado en Av. Guzmán en una numeración entre el 100 y el 200, y que allí funciona el Centro de Formación Profesional del Adulto Nº 11 dependiente del Ministerio de Educación”.

Al respecto Bregman y Barry denunciaron que “en el apuro por implementar una medida recaudatoria del Estado contra los vecinos de la Ciudad que tienen auto y ante el déficit de estacionamiento público, el gobierno de Larreta comete errores groseros, demostrando una vez más que lo único que les interesa es el afán de lucro recaudatorio en la Ciudad con más vehículos del país y con un transporte público que tiene enormes baches”.

Y ejemplificaron al señalar que “el Gobierno en la convocatoria a la Audiencia Pública para aumentar la tarifa difundió una dirección errónea para acceder a la documentación sobre el aumento. Tras asistir a la dirección indicada en la publicidad oficial, nos encontramos con una asociación civil sin relación con la audiencia ni los parquímetros”.

Además, las diputadas porteñas del FIT señalaron que “por más que quieran promocionar el Metrobus, la Ciudad organizada por el PRO no garantiza un tránsito fluido ni estacionamientos seguros. De una necesidad hacen un negocio. Hace años que denunciamos el negociado de los parquímetros y este año quieren darle aún más ganancias a las empresas que acarrean. Han extendido la capacidad de las grúas para el remolque a casi toda la ciudad, otorgándole de forma gratuita las playas de acarreo a las empresas. Las empresas encargadas de los acarreos pagan 55 mil pesos por mes por la concesión mientras se estima que tienen ganancias de 12.5 millones de pesos en el mismo período. Es realmente una estafa”. 

Por ultimo, Bregman y Barry denunciaron que “encima Larreta pretende que los actuales $15 por hora de estacionamiento en la vía pública suban a $32: un aumento del 113%”. “Cada vez se restringe más el espacio público y se transforma en espacio de lucro privado o del que puede pagarlo”, concluyeron las diputadas porteñas.

Críticas al feroz aumento

Para el ex legislador porteño y actual senador Mariano Recalde, “como política pública es muy cuestionable porque no sólo aumentan la tarifa sino que aumentan de modo exorbitante la cantidad de parquímetros, y al mismo tiempo aumentan el acarreo para habilitar un negocio fabuloso para las empresas privadas. Con el agravante de que es el Estado con la plata de los vecinos el que invierte 600 millones para poner en funcionamiento ese negocio”.

Este viernes, el Movimiento Comunero, organizaciones sociales y de comerciantes participarán del acto para denunciar el proyecto oficialista que parquimetrizará los barrios porteños, para lo cual el presupuesto 2020 de la Ciudad tiene destinados 611 millones de pesos para la instalación de terminales inteligentes.

Carlos Caserta, integrante del Movimiento Comunero, dijo que “lo que vamos a plantear en primer lugar es que los parquímetros los ponen en la vía pública, con lo cual están habilitando negocios privados con competencias que son de la Comuna, sin haber consultado a los Consejos Consultivos. Por eso pedimos a los vecinos que se sumen, porque ejercer el derecho ciudadano es más que votar cada dos años. Es a través de los Consejos Consultivos comunales que tenemos que decidir qué queremos en la comuna”.

En este sentido, el año pasado el ENTE Regulador de los Servicios Públicos comandado por Fernando Barrera, había adelantado que la polémica medida que se implementará a partir de este 2020 y aseguró que se trata de un gran negocio. 

A finales de 2018, la Legislatura porteña –con los 32 votos del oficialismo- aprobó un proyecto de ley que modifica el sistema de concesiones para el estacionamiento tarifado y lo extiende a 14 de las 15 Comunas. De esta forma, a partir de 2020, lo cual la Ciudad pasará de 4 mil a 86 mil parquímetros, lo que representa casi un 50% de los lugares para estacionar. En la Comuna 10, los más afectados son los barrios de Villa Luro, Versalles y Villa Real.

Larreta y Santilli sonríen pero los vecinos no.

El gobierno argumentó que el objetivo de la medida es mejorar el servicio público de estacionamiento regulado en la Ciudad y la administración del uso del espacio público, el ordenamiento del tránsito, la fluidez vehicular y la seguridad vial.

Sin embargo, Fernando Barrera, Director del Ente Único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad, advirtió que la decisión de ampliar el sistema de estacionamiento medido responde más a una necesidad económica que de servicio. “Si bien controlar el flujo de estacionamiento hace al control del sistema de tránsito, regular el estacionamiento en el barrio de Devoto o en Versalles no hace en sí a la facilidad de mejorar en tránsito de la Ciudad”, aseguró al medio vecinal “Nadie nos Invitó”.

El sistema de acarreo tendrá una cobertura total de la Ciudad. Buenos Aires se dividirá en 5 zonas en las que operarán los distintos concesionarios. Habrá, además, playas de acarreodistribuidas en cada una de ellas. La Comuna 10, formará parte de la Zona E, junto con las Comunas 11, 9 y 8 con lo que abarcará los barrios de Agronomía, Villa del Parque Devoto, Villa Real, Santa Rita, Monte Castro, Versalles, Liniers, Parque Avellaneda, Mataderos, Lugano, Villa Riachuelo. Por ello, a la histórica terminal de acarreo ubicada en Salvador María del Carril 4935 se le sumará la recientemente construida en Rivadavia 9341 (en el bajo autopista).

A su vez, las tickeadoras actuales serán reemplazadas por 2200 terminales multipropósito que serán 100% electrónicas, permitirán el pago con tarjeta de crédito, débito y SUBE y se reemplazará el ticket en papel -que ya no deberá ser exhibido en el parabrisas- por una factura digital.

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Cinco clausuras y celulares incautados en Flores y Parque Avellaneda

Cinco locales fueron clausurados, uno de ellos tapiado, y más de 130 celulares, módulos y plaquetas secuestrados fueron el resultado de una serie de inspecciones en Flores y Parque Avellaneda encabezadas por la Policía de la Ciudad junto a agencias del Gobierno porteño.

Uno de los operativos, que estuvo a cargo de la División Conductas Tecnológicas Ilícitas de la Policía de la Ciudad junto a agentes de la Dirección General de Coordinación Operativa (DGCOPE) y de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), se desarrolló en un local de reparación en la avenida Eva Perón al 3700, cuyo encargado terminó detenido.

Allí se comercializaban teléfonos y repuestos sin la correspondiente documentación y funcionaba un laboratorio con distintas máquinas.

Verificados los IMEI (la identidad del teléfono) cinco de los celulares estaban denunciados, al igual que once bandejas porta SIM, todo lo cual quedó a cargo del personal policial.

Los demás teléfonos sin documentación, un total de 85, quedaron a cargo de la AGC en infracción a la ley de la ciudad 6009/18 y como además el local carecía de elementos de seguridad, los agentes dispusieron la clausura y colocación de faja.

Mientras el procedimiento se desarrollaba, el encargado, peruano de 54 años, intentó guardar entre sus ropas dos celulares, que al ser incautados los oficiales comprobaron que estaban bloqueados. Por ello los efectivos formalizaron la consulta correspondiente, y el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 7, a cargo del Dr. Sebastián Casanello, Secretaría 15 del Dr. Nicolás Oppel, ordenó la detención del encargado por infracción a la Ley 25.891 que regula los servicios de comunicaciones móviles.

Los oficiales secuestraron también secuestraron tres microscopios electrónicos, una laminadora, una pistola de calor, juego de cables arrancadores de plaquetas, una fuente de energía, cuatro Iphone bloqueados, dos computadoras y el celular del encargado.

Los otros cuatro procedimientos se realizaron en Flores con la intervención de personal de la División Investigaciones Comunales 7 (DIC7) de la Policía de la Ciudad, la AGC y la Secretaría de Trabajo y Empleo porteña.

Las inspecciones se hicieron en locales en galerías de Rivadavia al 6800 y al 7400, en Yerbal al 2500 y Bogotá al 2900, todos en el circuito comercial de Flores, donde se decomisaron más de 50 celulares y módulos de telefonía en condición irregular.

Los cuatro locales fueron clausurados preventivamente por faltas administrativas, y uno de ellos fue tapiado tras acumular tres violaciones de clausura.  La Ley 25.891 establece que solo las empresas autorizadas pueden vender celulares y prohíbe la activación de equipos reportados como robados o extraviados.

Roedores por la Ciudad y pedido de informes

Si bien el Gobierno porteño informó que en 2024 se realizaron 94.135 operativos de desratización en la vía pública y espacios verdes, el legislador señaló que las cifras actuales muestran la necesidad de reforzar la capacidad estatal, especialmente frente a la acumulación de basura, los contenedores desbordados y el mantenimiento deficiente de desagües y terrenos baldíos.

Andrés La Blunda, legislador porteño de Unión por la Patria, pidió al Gobierno de la Ciudad que brinde información por la “proliferación” de roedores en los distintos barrios.

Las ratas son una de las plagas urbanas más comunes y, a la vez, más riesgosas para la salud. No solo generan daños materiales en una vivienda al roer cables, muebles o alimentos, sino que también pueden transmitir enfermedades como leptospirosis, hantavirus o salmonelosis. Prevenir su aparición es fundamental para mantener un hogar seguro y saludable.

Entre otros puntos, se solicita: «Cuáles son los planes y acciones de desratización, por comuna, que se han implementado en el último año; si existe algún convenio vigente con empresas privadas para realizar tareas de control de roedores; si existen indicadores trimestrales o anuales sobre denuncias vecinales relacionadas con aparición de roedores, y qué instrumentos de monitoreo se utilizan».

Empresas de fumigación han informado un notable aumento en la demanda de servicios, indicando que la situación es alarmante: la población de roedores en la Ciudad estaría apenas un 25 % por debajo de la estimada en la ciudad de Nueva York, una metrópolis con una célebre problemática en esta materia”, fundamenta el pedido de informes.

El texto firmado por La Blunda cita estos datos: “Aumento del 40 % en las denuncias vecinales relacionadas con roedores a través de la aplicación BA Denuncia o canales similares en el último año, según registros del GCBA (datos estimados a julio de 2025). Creación de más de 150 nuevos focos detectados en zonas de espacio público, especialmente en parques y márgenes de arroyos entubados, lo que equivale a un incremento del 30 % respecto al año anterior, según reportes internos de empresas de control de plagas”.

“A pesar de que el Gobierno de la Ciudad ha informado2 que ha ejecutado su Plan Integral de Control de Plagas, con el que lleva realizados más de 60.028 operativos de desratización a lo largo del año, siendo que en 2024 fueron 94.135 en toda la vía pública y espacios verdes de la Ciudad, los datos mencionados ut supra, demuestran la urgencia en fortalecer la capacidad estatal en el abordaje del problema”, se mencionó.

“Urge avanzar con transparencia, coordinación y eficiencia en políticas de prevención, limpieza, promoción de la denuncia ciudadana y campañas de concientización. Contar con datos claros permitirá evaluar la eficacia de las acciones actuales y ajustar estrategias en base a resultados concreto”, finaliza el pedido de informes.

La Justicia porteña debe definir si reconoce derechos de licenciados en Enfermería

El Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE) presentó un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires este martes, exponiendo sus argumentos para rechazar la Ley 6.767, conocida como Ley de Enfermería, al considerar que sigue habiendo un trato desigual, con salarios más bajos, menos descanso y días destinados a la formación, en comparación con otros profesionales de la salud. 

El recorrido judicial se inició con un amparo, que ya tuvo dos fallos favorables para los trabajadores, ordenando la nivelación salarial. Sin embargo, tras las apelaciones del Gobierno porteño -en la última instancia, bajo la administración de Jorge Macri cuando el reclamo se inició en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta-, el caso quedó en manos del Tribunal, que aún no emitió su sentencia.

El objetivo del SITRE es que los licenciados sean incluidos en la Ley 6.035, que define cuáles son las 24 carreras profesionales de la salud porteña. “No estar incluidos significa ganar muchísimo menos, en algunos casos la mitad de lo que deberíamos”, advierte el secretario general, Christian Acosta. 

En concreto, un enfermero que recién ingresa a trabajar en el ámbito porteño promedia los 900.000 pesos de bolsillo. “Además, si un enfermero trabaja en terapias intensivas, no percibe el plus por estar en áreas críticas”, advierte el sindicalista. 

Así, mientras el amparo avanzaba en el Poder Judicial, el Sindicato inició conversaciones con distintos legisladores porteños para intentar que los enfermeros con licenciatura sean incluidos en aquella ley. Cuando parecía que estaban los votos necesarios para hacerlo, rápidamente el Gobierno porteño presentó un proyecto alternativo, conocido como Ley de Enfermería (la 6.767), que terminó aprobándose en noviembre del 2024, por un solo voto de diferencia. 

A fines prácticos, eso representó menos derechos laborales que la idea original. “Plantea una nivelación salarial hacia el escalafón más bajo de la carrera profesional, en cuatro tramos en dos años. Osea, migajas, de acá al 2027. Nos acercan a un salario de un residente de reciente ingreso, un R1, que hoy gana más de 1.300.000 de bolsilo. Es decir, alguien que recién pisa un hospital. Yo, con 20 años de trabajo, en dos años, voy a ganar lo que ganan ellos”, describe. Y añade: “Los residentes no ganan bien, pero hoy nosotros estamos mucho peor”. 

Para concluir, Acosta destaca que la Justicia porteña ya reconoció la capacidad del SITRE para representar a sus afiliados en este amparo colectivo, y que, tras años de lucha, confía en que finalmente su actividad sea reconocida: “No vamos a parar hasta obtener lo que merecemos. Salario digno, tiempo disponible para mejorar nuestra formación, descanso acorde y la reivindicación de nuestra profesión”.