“Nuevamente la Policía de la Ciudad desbarata organizaciones dedicadas al narcomenudeo. Luego de una investigación de varios meses tenemos nueve detenidos, cientos de dosis decomisadas y cuatro búnkeres más cerrados. Ya llevamos 43 lugares de venta cerrados en el último año, atacando la economía del delito estos lugares fueron clausurados y es la forma de recuperar el barrio para los vecinos y hacer una Ciudad más segura”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
“Todo esto es posible gracias al trabajo incansable de los efectivos de Narcocriminalidad y de la Unidad de Prevención Barrial y el apoyo de los fiscales de la Ciudad que nos dan las herramientas para seguir luchando contra este flagelo”, agregó.
En el primero de los casos, personal de la División Operaciones Zona Norte, del Departamento Operaciones contra la Narcocriminalidad, de la Policía de la Ciudad pudo concluir con una investigación que llevó las últimas semanas en torno a la venta de droga en la zona.
Durante las tareas realizadas por los efectivos, se constató que dentro del Pasillo 15 Bis, los dealers realizaban “pasamanos” para entregar la droga de forma rápida y ágil, y evitar ser captados. Además, se verificó que en la zona los llamados “satélites” que alertaban a los dealers ante la eventual llegada de policías o gente desconocida.
Con toda la información acumulada, más los audios registrados de las escuchas de venta de droga como prueba del ilícito, la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de la doctora Cecilia Amil Martín, logró la orden para a allanar tres viviendas de la Manzana 15 Bis vinculadas a la comercialización de cocaína, pasta base y marihuana.
En las primeras dos propiedades, los oficiales incautaron 50 envoltorios de pasta base, 40 bolsitas de cocaína, cigarrillos de marihuana, un revólver calibre 32 con su numeración limada y sin municiones en el tambor, 93.870 pesos y 200 dólares.
Como consecuencia de los procedimientos, fueron detenidas ocho personas (cinco hombres y tres mujeres), entre las cuales estaba un masculino de nacionalidad peruana indicado como uno de los referentes de la organización.
El magistrado interventor avaló lo actuado por el personal policial y dispuso el traslado de los detenidos a la dependencia de seguridad, el secuestro del material encontrado y que se cierren tres búnkeres, dos de las propiedades de venta de droga y una tercer acceso a las habitaciones que utilizaban los integrantes de la red, para anularlos como centro de operaciones de los delincuentes.
Dos días después oficiales de la División Barrio 31-31 Bis del Departamento de Protección Barrial de la Policía de la Ciudad, cumpliendo con su labor de cercanía y vigilancia vio a un grupo aparentemente negociando estupefacientes, por lo cual solicitó apoyo por comando, pero los sospechosos, al notar la presencia policial escaparon por una escalera y luego por los techos.
Asimismo, los efectivos pudieron ver a uno cuando salía de una casa en la Manzana 115, dejando la puerta abierta, desde la cual se pudo ver gran cantidad de fajos de dinero y una conservadora con más dinero en su interior además de polvo blanco.
La Unidad de Flagrancia Este del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires ordenó que se instale una consigna en el lugar sin ingresar a la finca y la obtención de imágenes de cámaras instaladas en el barrio.
Horas después, el oficial que estaba de consigna vio que el sospechoso que había escapado merodeaba como si nada tuviera que ver, por lo cual fue interceptado e identificado. Se trata de un ciudadano peruano, de 28 años, quien quedó detenido por infracción a la Ley de Drogas 23.737 y horas después la Unidad de Flagrancia Este ordenó el allanamiento
Al realizar el procedimiento, los oficiales decomisaron 500 dosis de cocaína, 60 envoltorios con marihuana, 12 envoltorios con paco, 215.420 pesos, un cuaderno con anotaciones de interés para la causa, un celular Samsung Grand Prime, y dos cargadores de celular, todo lo cual fue secuestrado por orden de la fiscalía interventora, que dispuso también el tapiado del búnker.