Lousteau explicó su propuesta de reforma al Código Contravencional: “Vamos a cambiar el código de convivencia, como hicieron en Mendoza y Jujuy”, dijo y agregó que “a través de ese nuevo código contravencional vamos a sancionar a quienes bloquean zonas en las que esté prohibido, a quienes dañen el patrimonio público o cometan un acto violento, y también multar a quienes cobren planes sociales y traigan a sus hijos a las protestas, porque esto además de desalentar su participación facilitará la intervención policial, así como también quitaremos licencias y habilitaciones a las empresas de transporte que traigan piqueteros a la Ciudad para interrumpir el tránsito”.
“El único distrito que siempre he representado es la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvo y aseguró “que en mi campaña vamos a hacer propuestas, propuestas y propuestas”. Así lo dijo en declaraciones al programa de Marcelo Bonelli en Radio Mitre.
Para Lousteau, “el PRO instaló un método de gestión que funciona bien pero ese método hay que llevarlo a otros lugares, se puede mejorar mucho la educación que si bien somos la mejor del país hay mucho por hacer y lo mismo para enfrentar los piquetes o en el tema de salud, donde los porteños tenemos que tener prioridad en la atención programada”.
Durante la mañana de hoy, Lousteau recorrió Barrio Norte. Caminó por Santa Fe desde Pueyrredón hasta Libertad y luego se trasladó a Caballito, donde arrancó la caminata por Rivadavia en la esquina con Avenida La Plata hasta el Mercado del Progreso ubicado en Primera Junta.
Tres de Febrero
“Larreta en el medio del Parque Tres de Febrero logró la aprobación de la ley que permite este shopping llamado ‘Ámbito Gigena’. En vez de parque público tendremos terrazas verdes”.
Ecoparque
“Larreta logró que se privatice parte del ECOPARQUE. Ponemos plata para restaurar los edificios y lo explotan privados”.
Con la concesión vencida, el Zoológico de Buenos Aires, ubicado en plena ciudad frente a la Rural, debía volver a manos de la Ciudad. Pero hace años decidieron hacerlo «Ecoparque». Lo que parecía una resolución en favor de lo público terminó cediendo terrenos al uso de privados de diferentes rubros, desde gastronómicos hasta fundaciones.