“No hay que afectar la identidad de los barrios”, sostuvo Lousteau durante la charla con vecinos en la que le acercaron sus preocupaciones por las modificaciones urbanas que se están llevando adelante en la zona.
Lousteau explicó “tenemos un plan urbanístico para promover el desarrollo integral de barrios como Soldati, Lugano, Pompeya o el Bajo Flores” porque “la Ciudad tiene un centro y un norte densamente poblados y un sur poco habitado y con barreras urbanísticas”.
Para Lousteau, “en gran parte se debe a que los desarrolladores inmobiliarios no tienen incentivos para construir en el sur de la ciudad y esto afecta directamente la interacción entre los distintos barrios y provoca grandes disparidades en el valor del suelo”.
Lousteau comenzó hoy su mañana con una reunión con vecinos en la esquina de Avenida Elcano y Enrique Martínez en Colegiales.
Lousteau llegó acompañado por el ministro de Desarrollo Económico y Producción, José Luis Giusti y sus equipos técnicos en el área de Seguridad, Salud, Educación y Espacio Público.
También estuvieron junto al precandidato, las diputadas Nacionales Carla Carrizo y Dolores Martínez, la legisladora porteña Manuela Thourte y la presidenta de la UCR porteña, Mariela Coletta.
Luego de la charla, hizo una caminata por Elcano hasta Zapiola, dónde visitó comercios y saludó las mesas puestas por la militancia de Juntos por el Cambio. También estuvieron en Villa Urquiza.
Propuesta de Lousteau para el Espacio Público
El precandidato Lousteau adelantó una serie de medidas concretas: 1) Otorgar créditos blandos del Banco Ciudad para facilitar todos los gastos inmediatos de aquella persona o familia que quiere entrar a un alquiler; 2) Redireccionar recursos del IVC para facilitar el mismo tipo de operaciones; 3) Implementar incentivos fiscales y crediticios para que se desarrollen edificios que tengan un componente mínimo dedicado al alquiler; 4) Ofrecer productos específicos para ciertos grupos en algunos barrios.
En cuanto al último aspecto, el referente de Juntos por el Cambio dio un ejemplo puntual: “El microcentro tiene edificios de oficinas que pueden transformarse en viviendas y convertirse en un barrio joven y tecnológico, porque hay mucha infraestructura de comunicación y un gran nivel de transporte público”. Algo similar propuso para el barrio de Constitución, “que tiene el valor del metro cuadrado más bajo de la Ciudad de Buenos Aires”.
Además propuso “incentivar la suba del ABL en los baldíos, edificios abandonados y galpones para acelerar la reconversión de esos lugares y que dejen de ser un problema de salubridad o de seguridad para tener otros lugares donde tener lugres para vivir o espacios para compartir”.