Las ferias estilo “americanas” y la “moda circular” son alternativas económicas ante la suba de precios en indumentaria de marca que son imposibles para la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras argentinas.
En CABA y el conurbano bonaerense crecen los espacios de compra y venta de ropa usada a valores hasta 10 veces más bajos que en los shoppings. Un fenómeno imparable y “amigo del bolsillo”.
Estos espacios de compra y venta existen hace décadas, pero en los últimos años se convirtieron en un fenómeno que no para de crecer. La razón principal que explica este furor es la fuerte suba que sufrió la categoría de prendas de vestir y calzado en los últimos meses.
Su sistema de compra y venta se basa en tres mecanismos: dejar prendas de ropa, acordar el precio de venta y llevarte el 30% en el momento, dejar los ítems en consignación y recibir un 40% cuando se venden, u obtener el 50% del valor en crédito para gastar en el local. Esta última alternativa “es la más popular”, afirmó el joven.
Con la premisa de ofrecer prendas de calidad y en buen estado, los locales de ropa usada “premium” crecieron un 30%, según fuentes del sector. En este segmento, los precios económicos atraen pero no son la única razón de su éxito. El cambio de hábitos en el consumo, especialmente entre los más jóvenes, tiene al cuidado del medioambiente como protagonista.
En estos locales se puede conseguir, por ejemplo, una campera de una reconocida marca deportiva a 36.000 pesos, mientras que su precio de venta oficial es de 180.000. En otro comercio similar, los sweaters parten desde 8.000 pesos, jeans desde 5.500 y sacos de marcas internacionales desde 14.000, cuando en los shoppings los valores se multiplican.