Tras el caso de gatillo fácil donde perdió la vida Lucas González a manos de tres policías que le dispararon 12 veces a su auto junto a tres amigos en el barrio de Barracas., el ministro porteño Marcelo D’ Alessandro confirmó que “no se identificaron y que actuaron muy mal”.
El último informe de CORREPI informó que hubo 537 casos de “gatillo fácil, crímenes en comisarías o en manos de fuerzas de seguridad en distintas modalidades en 2020” en todo el país. Y de estos 121 casos en los últimos cinco años estuvo involucrada la Policía de la ciudad de Buenos Aires.
Los tres efectivos de la Policía de la Ciudad que participaron del operativo en el que fue baleado Lucas González formaban parte de la brigada de investigaciones de la Comisaría Vecinal 4D, del barrio de Barracas, cuyos integrantes patrullan la ciudad vestidos con ropa de civil y en automóviles sin identificación.
Fuentes de la investigación identificaron a los tres policías como el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, y el propio jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Oscar Berard, confirmó que los mismos ya fueron separados de sus cargos, pasados a disponibilidad y se les inició un sumario administrativo debido a que existió una “mala actuación”.
Los familiares de los adolescentes que circulaban en el auto junto a Lucas González, el futbolista que murió esta tarde, aseguraron en declaraciones a la prensa que los policías se hallaban a bordo de un automóvil Nissan Tiida, color champagne, sin identificación y que los jóvenes se asustaron porque creyeron que podían ser víctimas de un robo.
El ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, aseguró en una conferencia de prensa que los efectivos que forman parte de las brigadas de investigaciones “muchas veces actúan por orden de los juzgados o por los fiscales en causas específicas”.
Además, aclaró que esos policías “no están uniformados”, que “actúan vestidos de civil” y que “muchas veces hacen tareas de prevención”.
“Eso no quiere decir que no tengan que identificarse, con los chalecos correspondientes con las credenciales y por supuesto dándose a conocer como funcionarios públicos”, agregó D’Alessandro.
Sin embargo, los familiares de las víctimas del hecho aseguraron que los policías “en ningún momento” se identificaron y rechazaron las versiones que aseguraban que los adolescentes estaban armados y que habían protagonizado “un tiroteo”.